Hasta ahora la terapia más común es el uso de laxantes; sin embargo el Hospital Metodista de Houston (EE.UU.) está probando una tecnología que por medio de vibraciones aumenta los movimientos naturales del intestino. Se trata de una píldora que no contiene ningún tipo de medicamento, solamente un diminuto motor y una batería.
Eamonn Quigley, jefe de gastroenterología del Hospital, es el supervisor de esta alternativa médica, desarrollada por la empresa israelí Vibrant y el Centro Médico Sourasky de Tel Aviv.
Quigley explica que antes de ingerir la píldora se debe cronometrar su motor, para que se active al llegar al colon, generando una serie de vibraciones imperceptibles cuyo propósito es estimular al intestino grueso para facilitar la evacuación.
La píldora contiene un diminuta pila y un pequeño motor, que son biodegradables, por lo que no causan ningún problema al organismo: además, como el dispositivo está completamente sellado no existe el riesgo de envenenamiento.
La píldora sirve una sola vez, y la prescripción sugiere que se tome una cada tres días. Esta tecnología se libera en el momento de evacuar y no está contraindicada con ningún medicamento.
El desarrollo se encuentra en fase de estudio en varios hospitales de EE.UU., y se estiman 18 meses más de pruebas clínicas antes de presentar su aprobación ante la Administración de Alimentos y Medicamentos estadounidense.
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