La pesquisa tratará de dilucidar las prácticas empleadas por la institución en los recientes años, en particular tras la represión a las protestas generadas después de que el policía blanco Darren Wilson le propinara más de seis balazos a Michael Brown en plena calle de ese suburbio del condado de San Luis.
Un gran jurado local también está buscando esclarecer el trágico incidente, que provocó más de dos semanas de manifestaciones raciales y disturbios en las calles de Ferguson, lo que reabrió el debate nacional sobre el trato policial a las minorías en todo el país.
El fiscal general Eric Holder visitó días después del suceso a esa municipalidad donde se reunió con los investigadores y los padres de Brown, un muchacho de 18 años que comenzaría sus estudios universitarios.
Además, durante este proceso serán sometidas a inspecciones comisarías policiales de otras localidades del condado de San Luis.
Observadores opinan que esta nueva investigación va mucho más allá de las circunstancias en que ocurrió el hecho, pues se examinarán las acciones de un Departamento de Policía que es predominantemente blanco a pesar de que en Ferguson el 67 por ciento de la población es afroamericana.
Esta pesquisa será independiente de otra que está en curso por la división de derechos civiles del propio Departamento de Justicia, una medida rutinaria cuando hay denuncias de violaciones sistemáticas de uso de la fuerza, prejuicios raciales u otros problemas, los cuales se incrementaron en los pasados cinco años.
Hace poco estuvo bajo escrutinio el Departamento de Policía de Albuquerque en Nuevo México, objeto de un crítico informe en abril que lo culpó de un patrón de fuerza excesiva e instó a una revisión de su unidad de asuntos internos.
Fuente: Prensa Latina