Durante una aparición en Fox News, el general Thomas McInerney reconoció que Estados Unidos “ayudó a erigir a ISIS” luego que miembros de ese grupo obtuvieran armas del consulado de Bengasi en Libia, el cual fue atacado por jihadistas en septiembre de 2012.
Consultado respecto a la idea de entregar armamento a “rebeldes moderados” en Siria, ello cuando militantes del Ejército Libre Sirio (FSA) secuestraron a observadores de la ONU en los Altos del Golán, McInerney dijo que la política del gobierno de Obama ha sido en verdad un fracaso.
“Pienso que en algunos casos respaldamos a las personas equivocadas y no a las correctas en el Ejército Libre Sirio, y eso es un poco confuso para la gente”, señaló.
McInerney refirió luego a un especial de Fox News que será emitido el próximo viernes, y que “mostrara que algunas de las armas de Bengasi terminaron en manos de ISIS – así que nosotros ayudamos a erigir a ISIS”, afirmó.
En mayo del año pasado, el senador Rand Paul fue uno de los primeros en especular que la verdad detrás de Bengasi estaba vinculada a un programa de tráfico ilícito de armas que apoyaba a terroristas de Siria en el marco de una guerra clandestina emprendida por Estados Unidos en contra de Assad.
“Siempre he sospechado, pese a no tener evidencia, que quizás facilitábamos armas que salían de Libia y pasaban por Turquía, en dirección a Siria”, dijo Paul a CNN, agregando que “nunca entendí bien el encubrimiento (del caso de Bengasi) – si es que fue intencional o hubo incompetencia”.
Al mismo tiempo se supo que el Departamento de Estado norteamericano había contratado, meses antes del ataque, a una organización vinculada con Al Qaeda (la Brigada de Mártires del 17 de Febrero) para “defender” la misión diplomática en Libia.
Los dichos del senador Paul se comprobaron tres meses después, cuando salió a la luz que la CIA sometió a sus agentes a pruebas poligráficas mensuales para impedir que se conocieran detalles del tráfico de armas.
CNN informó, posteriormente, que docenas de agentes de la CIA habían estado presentes en Bengasi durante el ataque, y que las rondas poligráficas habían sido ordenadas para prevenir que los agentes hablaran sobre el programa al Congreso y a los medios de comunicación. La operación giraba en torno a “ayudar, en secreto, a mover misiles tierra-aire desde Libia, a través de Turquía, a las manos de los rebeldes sirios”.
Muchos líderes de estos grupos desertaron para unirse al Estado Islámico.
Paul Joseph Watson
Traducido para El Ciudadano