Brics y el Nuevo Banco de Desarrollo que tiene con dolor de muelas al FMI

La sexta cumbre de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) dará lugar, al concretarse sus resoluciones, a un momento ascendente de su existencia, al tiempo que deben incrementar la  incidencia conjunta en el orden económico internacional. Acordaron crear un banco de desarrollo y un acuerdo de reservas internacionales que expresa simultáneamente la insatisfacción por el funcionamiento del FMI y el Banco Mundial, pero que al mismo tiempo pretende incidir positivamente en ellos

Brics y el Nuevo Banco de Desarrollo que tiene con dolor de muelas al FMI

Autor: Director

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 El FMI tiene incluso pendiente desde 2010 modificaciones internas que incrementan el peso de los países emergentes en su estructura, reconociendo así los cambios que desde la conferencia de Bretton Woods (1944) se produjeron a nivel mundial, no materializados por la postergación en su aprobación por el Congreso norteamericano. La ocasión se aprovechó, dado que la cumbre tuvo lugar en Brasil, para efectuar una reunión conjunta entre los BRICS y la Unasur expresando así su anhelo de reforzar las  relaciones con una región importante de países emergentes.  En particular, el presidente chino, Xi Jinping, suscribió acuerdos muy trascendentes con Argentina, en momentos que el vecino país enfrenta una situación difícil por los ataques recibidos de los fondos buitres, así como con Venezuela y Cuba.  Desde luego ellas son expresión también de los intereses de Beijing.  En la coyuntura los cinco miembros del BRICS viven realidades diferentes, lo cual desde luego incide sobre su accionar conjunto y el respaldo que pueden proporcionar al mundo emergente, del cual forman parte.

 

En su VI cumbre efectuada en Fortaleza (Brasil)  los presidentes o primeros ministros de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) acordaron dar nacimiento al Nuevo Banco de Desarrollo (NBD) que tendrá su sede en Shangai (China), con un capital  autorizado de US$100.000 millones, al cual inicialmente cada uno de los cinco países aportará US$10.000 millones, constituyendo así un capital inicial suscrito de US$50.000 millones. Al mismo tiempo crearán un fondo de reserva, de otros US$100.000 millones que será utilizado para enfrentar dificultades financieras que puedan presentarse en el futuro y apoyar proyectos que se le presenten por países en desarrollo. En el Acuerdo de Reservas, China contribuirá con el 41% de los fondos, Rusia, Brasil e India con el 18% cada uno y Sudáfrica con el 5% restante.

En el NBD, su primer presidente será indio, un brasileño será su primer director general y ruso su primer gobernador. En Sudáfrica se ubicará su primera oficina regional. La idea de la constitución del banco se planteó en la IV cumbre efectuada en Nueva Delhi. Las resoluciones adoptadas persiguen el objetivo, al decir del presidente de gobierno chino, Xi Jinping, de “perfeccionar el sistema de gobierno mundial y ampliar la representación y el derecho a hablar en los asuntos internacionales de todos los países emergentes” (18/07/14).

El NBD nace, manifestó Dilma Rousseff, como “una alternativa de financiación para los países en desarrollo” y “compensará las diferencias de crédito” existentes de parte de los actuales organismos financieros internacionales, particularmente del FMI y el Banco Mundial (16/07/14). La declaración emitida por la VI cumbre demandó al mismo tiempo la necesidad de cambios en el Fondo Monetario. “El proceso de reforma del FMI –se señaló– debe llevarlo a la modernización de su estructura de Gobernanza de modo que refleje mejor el peso creciente de las economías emergentes en el desarrollo de la economía mundial”. El año 2010, el FMI aprobó una modificación de los derechos de voto de sus países miembros, que aumentaba los porcentajes de países emergentes, especialmente de China, de manera de reflejar en mejor forma la correlación económica global existente. Pero, su puesta en vigencia se encuentra frenada por la no aprobación en el Congreso norteamericano, al igual como se produjo luego de la Conferencia de Bretton Woods con el organismo que se buscó crear en el plano comercial y que recién nació varias décadas después.

La trascendencia que puede adquirir el NBD proviene entre otros factores de que sus países miembros representan el 40% de la población mundial y poseen en conjunto un porcentaje significativo de las reservas internacionales globales. Uno de sus objetivos es propender a acrecentar el comercio mutuo, que alcanzaba al momento de la reunión en Fortaleza  aproximadamente a US$54.000 millones, conformado fundamentalmente por el intercambio bilateral entre China y los restantes miembros, en lo que hasta ahora influye negativamente la dispersión geográfica de los integrantes, ubicados en diferentes continentes.  La potencia asiática es el país de mayor presencia en el comercio exterior global.

Luego de la cita en Fortaleza se efectuó en Brasilia una reunión conjunta de los miembros del BRICS con los presidentes de la Unasur. Durante la cita, China ofreció US$35.000 millones para financiar proyectos en América Latina, en el marco –dijo Dilma Rousseff en conferencia de prensa– de una propuesta “para crear nuevos lazos con la región” (18/07/14).  En 2013, el comercio entre China y América Latina fue de US$281.000 millones, el año 2000 había sido de US$12.000 millones.  Es el segundo mayor socio comercial de la región, después de EE.UU. El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, calificó en el encuentro la acción de los fondos buitres en contra de Argentina como un hecho “irracional e insólito” (17/07/14). La cita dio su apoyo a Buenos Aires, pronunciándose por una “solución práctica” de la confrontación[1]. La resolución tomó abiertamente la causa de los países en desarrollo enfrentados muchas veces a procesos de renegociación de la deuda y a la acción desquiciadora de los fondos de inversión especulativos.

Después de la reunión conjunta el presidente chino  viajó a Buenos Aires suscribiendo una veintena de convenios  comerciales. Entre ellos un crédito de intercambio de divisas entre los bancos centrales de ambos estados  durante tres años por un monto de US$11.000 millones, suma algo superior a la tercera parte de las reservas internacionales trasandinas en el momento del acuerdo. Otros US$4.700 millones se destinarán a levantar dos centrales hidroeléctricas en la provincia de Santa Cruz y US$2.500 millones a adquirir vías, locomotoras y vagones para remodelar el tren Belgrano destinado preferentemente al transporte de granos. “Es un día –expresó Cristina Fernández– que  podemos definir como fundamental en las relaciones entre ambos países. Hay un nuevo marco en las relaciones internacionales y la aparición de nuevos actores es provechoso para todos” (19/07/14). Antes de suscribirse los nuevos convenios ya China era el segundo mercado para productos argentinos, mayoritariamente soja, e igualmente el segundo proveedor de importaciones. Al mismo tiempo era el quinto país inversor, destacando las iniciativas en el sector del petróleo.

La gira de Xi Jinping por América Latina prosiguió en Venezuela donde ambos gobiernos  suscribieron una “asociación estratégica integral”.  “Vamos a perfeccionar y consolidar –manifestó el presidente chino previo a la firma–  varios acuerdos en diferentes sectores, la cooperación de la cadena completa en el área energética” (21/07/14).  Hasta ese momento los dos países tenían invertido US$12.000 millones en un fondo destinado a desarrollar proyectos en sectores petroleros, en infraestructura y agricultura. Beijing ha concedido préstamos por US$30.000 millones que se van cancelando con petróleo. En la XIII Comisión Binacional de Alto Nivel se suscribieron 38 nuevos acuerdos de cooperación.  China concedió un nuevo crédito de US$4.000 millones a cancelar también con petróleo y otro de US$1.000 millones, para que la petrolera estatal Pdvsa compre insumos industriales a proveedores chinos.  Las automotrices Chery y Yutong, que instalan factorías en territorio venezolano, colocaron miles de vehículos.  “Nos hemos convertido en un país que suministra petróleo a China –manifestó el canciller Elías Jaua­– y que recibe, a cambio, financiamiento para nuestro desarrollo industrial, científico y tecnológico, y en el tema de la agricultura” (22/07/14).

El recorrido de Xi Jinping por la región finalizó en Cuba, donde en 2011 en su calidad de vicepresidente chino suscribió trece acuerdos económicos.  Se trataba en esta oportunidad de examinar su concreción e intercambiar nuevas iniciativas considerando la Ley para la Inversión Extranjera aprobada en la isla en el mes de marzo.  China está a cargo de la explotación de pozos petrolíferos en la costa norte cubana.  En esta ocasión se suscribieron 29 nuevos convenios en los sectores de finanzas, biotecnología, agricultura, infraestructuras y energías renovables, concediéndose un crédito para construir un nuevo puerto “multipropósito” en Santiago de Cuba.  China es el segundo socio comercial de la isla, después de Venezuela.  El intercambio en 2013 alcanzó a US$1.400 millones. La actualización del modelo económico por la Habana, manifestó Xi Jinping, “constituye nuevas e importantes oportunidades de desarrollo para los lazos chino-cubanos” (23/07/14).  A su turno, Fidel Castro en un artículo publicado en Granma el día de la llegada de la delegación a la Habana destacó que “el aporte de Rusia y China (…) en la ciencia, la tecnología y el desarrollo económico de Suramérica y el Caribe es decisivo”.  Desde luego, que el estrechamiento de vínculos con países de la región se inscriben, al mismo tiempo en la estrategia general de su inserción mundial donde desempeña un papel muy elevado su acceso y disponibilidad de recursos primarios.

Cuando en 2001, el economista Jim O’Neill, en un informe para el banco de inversiones Goldman Sachs, denominó como BRIC a cuatro grandes países que veía con elevada potencialidad de crecimiento en el siglo que se iniciaba, no se equivocó. “En los próximos diez años –dijo– el peso de los BRIC, y especialmente de China en el PIB mundial crecería”.  Así fue. En los años siguientes, particularmente después de estallar en 2007 la Gran Recesión, estos países explicaron un alto porcentaje del crecimiento mundial. En 2011 incorporaron a su accionar conjunto a Sudáfrica, pasando a denominarse BRICS, no siendo la mayor economía emergente del continente africano.  El crecimiento sudafricano se ha visto resentido por masivas paralizaciones de los trabajadores mineros y la inestabilidad cambiaria.

En los días de la reunión de Fortaleza los BRICS vivían situaciones coyunturales diferentes. En el segundo trimestre, el producto chino en doce meses creció un 7.5%, 0,1 punto porcentual más que en enero-marzo, en línea  con las proyecciones oficiales para el año. Ello se logró, en opinión de la Oficina Nacional de Estadísticas, gracias a medidas adoptadas “para estabilizar el crecimiento” (16/07/14). Entre ellas reducir el encaje de algunos bancos, incrementando así su posibilidad de otorgar créditos, y aumentando el gasto público (viviendas y construcción ferroviaria).  Su expansión fue superior a los otros integrantes, cuando como anotó O’Neill “(…) China supone una vez y media el PIB de los otros cuatro países juntos” (17/07/14).

Al finalizar junio las reservas en divisas extranjeras del Banco Popular de China (BPC) llegaron a US$3,99 billones. Su ritmo de crecimiento en el segundo trimestre disminuyó, lo que “sugiere –comentó Economist Intelligence Unit– que el BPC fue capaz de reducir sus intervenciones. El pequeño aumento (…)  –agregó– refleja la intervención de las autoridades para suavizar el impacto de esos flujos entrantes y mantener bajo el valor del yuan” (21/07/14). Su paridad con relación al dólar se estabilizó en 6.15 yuanes. A comienzos de julio, en el Diálogo Estratégico y Económico China-EEUU, Beijing adelantó que reducirá las intervenciones de compra en el mercado “si las condiciones lo permiten”.

En cambio, Brasil se encontraba en una fase de bajo crecimiento.  Las estimaciones de mercado en julio para  2014 efectuadas por el Banco Central se colocaron por primera vez  abajo del 1%.  La producción industrial la cifraron con una contracción de 1,15%. Mientras tanto el nuevo gobierno de India se propone revertir el proceso de desaceleración económico vivido.    Esta expectativa impulsó al alza la bolsa de valores de Bombai, atrayendo durante el año más recursos que cualquier economía emergente, papel que anteriormente desempeñaba Brasil.  El FMI estimó su crecimiento anual en 5,4%. A su turno, Sudáfrica vive un período recesivo.

Por su parte Rusia enfrenta un momento complejo desde el estallido de la crisis ucraniana, afectando su actividad económica y debilitando al rublo. La actualización del Panorama Económico Mundial del FMI estimó en julio un crecimiento anual  de solo 0,2%, 1,1 punto porcentual inferior a su proyección de abril, lo cual vinculó fundamentalmente a los factores geopolíticos.  Este hecho tiene repercusiones globales, más allá de los impactos en los mercados bursátiles.  El Banco Central alemán estimó que la economía germana se estancó en el segundo trimestre, causada fundamentalmente por la desaceleración de la actividad industrial debido a la incertidumbre ante las crisis geopolíticas.  Rusia es un importante mercado para las exportaciones alemanas y de varios países europeos.  A la vez que es fundamental en el suministro de petróleo y gas a la región.


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