Tekoshin está apostada en una montaña del norte de Irak con un rifle al hombro y una granada en el pantalón, decidida a enfrentarse a los yihadistas en una “lucha para liberar a las mujeres”.
Las mujeres han combatido junto a los hombres en las filas del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) para arrebatar el monte Majmur, en el norte de Irak, al Estado Islámico (EI). Por el trato que los yihadistas le dan a las mujeres, esta lucha se ha convertido en algo muy personal para ellas.
Los yihadistas “no permiten que las mujeres que están en las áreas controladas por ellos vayan al mercado”, y las obligan a ponerse el velo en la cabeza, afirma Tekoshin.
Los combatientes del EI se apoderaron desde junio de grandes áreas de Irak. El grupo también controla un territorio importante en la vecina Siria, aplicando su severa y brutal interpretación de la ley islámica en ambos países.
“Nuestra lucha (contra el EI) es para defender a las mujeres de ellos y contra esa forma de pensar”, asevera.
Unas cincuenta mujeres están desplegadas en el monte Majmur, donde los kurdos turcos del PKK combaten junto a las fuerzas kurdas iraquíes, los “peshmergas”, con el apoyo de la aviación norteamericana.
“Generalmente nos organizamos en grupos de cuatro mujeres, y yo comando uno de los grupos”, explica Tekoshin, vestida con la ropa tradicional kurda que generalmente usan los hombres.
“Pero cuando se trata de pelear, nos separamos y nosotros y los hombres nos desplegamos juntos en frentes diferentes”, cuenta.
Las mujeres kurdas han luchado junto a los hombres desde hace años en el PKK, un movimiento que tomó las armas en 1984 para crear un Estado independiente en el sureste de Turquía, pero que hace dos años inició negociaciones de paz con Ankara.
Las mujeres también han militado en menor medida en las fuerzas kurdas iraquíes “peshmergas”.
Cuando se le pregunta si está casada, Tekoshin sonríe. “Muchas de las que estamos aquí somos solteras. Yo entré en el PKK cuando tenía 14 años”, señala.
“Nos tienen más miedo”
También le hace gracia que los yihadistas hayan manifestado asombro al encontrarse frente a frente con mujeres combatientes.
“Yo creo que (el EI) tiene más miedo de nosotras que de los hombres”, indica. Según ella, “ellos creen que irán al infierno si los mata una mujer”.
Mientras Tekoshin dice que lucha mejor con su rifle de asalto Kalashnikov, Saria, de 18 años, reconoce que se siente cómoda tanto con ametralladoras pesadas como con rifles para francotiradores. “Para nosotras es importante encontrar nuestro lugar en la guerra, junto a los hombres”, afirma.
Shimal, una guerrillera de 26 años, cree que la lucha contra el EI no sólo es necesaria para defender la causa nacional kurda, sino para mostrar solidaridad con las mujeres que son víctimas de los yihadistas.
El Estado Islámico “convierte a las mujeres en esclavas”, denuncia Shimal.
Egipto en la vanguardia de la lucha antiterrorista
Egipto está “en primera línea” en la lucha “antiterrorista”, afirmó ayer en El Cairo el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, que está creando una coalición internacional para combatir a los yihadistas del Estado Islámico (EI) en Siria y en Irak.
“Egipto está en primera línea en la lucha contra el terrorismo, en particular en lo referente a la lucha contra los grupos extremistas en el Sinaí”, afirmó Kerry en rueda de prensa.
Kerry señaló también que tuvo una conversación “sincera” sobre derechos humanos con el presidente egipcio Abdel Fatah al Sisi ayer.
“Estados Unidos nunca cambia su preocupación por los derechos humanos por ningún otro objetivo”, afirmó el secretario de Estado durante una conferencia de prensa con el ministro egipcio de Relaciones Exteriores Sameh Shukri.
“Y tuvimos una discusión sincera sobre las preocupaciones que han sido manifestadas. Yo creo que el presidente Sisi y el ministro de Relaciones Exteriores Shukri y otros son conscientes de las preocupaciones que han sido expresadas”, añadió.
Sanciones y acercamientos
Washington suspendió una parte de su ayuda militar a Egipto después de que los militares derrocaron al presidente islamista electo Mohamed Mursi en julio de 2013, lanzando una sangrienta represión contra sus partidarios.
Desde entonces, la ayuda se reanudó, pero Estados Unidos continuó presionando a Egipto por el encarcelamiento de tres periodistas del canal de televisión vía satélite catarí Al Jazeera y de disidentes laicos.
Fuente: Los Andes