El 8vo aniversario del ataque al WTC en Nueva York el 11 de septiembre del 2001 trae consigo nuevos (y en realidad ya viejos) planteos acerca de la responsabilidad del gobierno de USA en lo sucedido. Las diferentes teorías de la conspiración encuentran su inspiración en la dialéctica histórica de Hegel. Actores de Hollywood reclaman a Obama que se reabran las investigaciones por el atentado que llevó a USA a dos guerras que todavía hoy siguen en marcha.
El desastroso desempeño económico de la gestión Bush, que desembocó en la severa crisis financiera mundial, sumada al descontento con la guerra en Irak y Afganistán en USA, dieron lugar a numersos cuestionamientos a las versiones oficiales sobre lo acontecido el 11 de septiembre del 2001 durante el ataque a las Torres Gemelas en Nueva York. Sobre todo en Internet.
El 11 S fue el catalizador de las invasiones de Irak y Afganistán y según pasaron los años (y las mentiras) la idea de que el atentado fue un ataque de falsa bandera planeado desde el interior de USA para justificar incursiones militares en Medio Oriente ganó fuerza.
Antes de que la intervención militar para derrocar al gobierno del presidente Sadam Husein en marzo de 2003, el Gobierno de Bush afirmó que el gobernante iraquí estaba coludido con el terrorismo y desarrollaba armas de destrucción masiva.
Las armas de destrucción masiva nunca fueron encontradas y las investigaciones posteriores indicaron que no existía esa complicidad de Sadam Husein con el terrorismo. «Ahora no existe ninguna duda de que Irak no tenía armas de destrucción masiva o contactos importantes con al Qaeda», manifestaron Charles Lewis y Mark Reading Smith, miembros del fondo en un prólogo del estudio. «En resumen, la administración Bush llevó al país a una guerra sobre la base de información errónea que se propagó metódicamente y que culminó con la acción militar contra Irak el 19 de marzo de 2003», agregaron.
El estudio, preparado en colaboración con el Fondo para la Independencia en el Periodismo, afirmó que en total hubo 935 afirmaciones falsas de Bush y miembros de su gabinete en los dos años que siguieron a los atentados del 11 de septiembre de 2001.
Entre los que las formularon, además de Bush, incluye al vicepresidente Dick Cheney, a la consejera de Seguridad Nacional, Condoleezza Rice, al ex secretario de Defensa Donald Rumsfeld, y al ex secretario de Estado, Colin Powell. Bush emitió 259 de esas declaraciones, 231 referidas a las presuntas armas de destrucción masiva y 28 acerca de los denunciados vínculos de Irak con Al Qaeda, dijo el estudio.
Añadió que el efecto acumulado de esas afirmaciones fue enorme y que los medios de información siguieron la corriente del Gobierno. «Algunos periodistas, y hasta algunas organizaciones de prensa, han reconocido que durante los meses previos a la guerra adoptaron una actitud deferente y falta de crítica» al Gobierno, señaló el estudio.
Sin dudas, desenrollar la punta del ovillo de mentiras que justificaban las invasiones llevó a la pregunta de si realmente Al Qaeda planeó y ejecutó los atentados. Incluso se ha llegado a mencionar la posibilidad de que el atentado fue, en realidad, una demolición controlada.
TEORÍA HEGELIANA
Aunque algunas teorías alternativas a la oficial proponen que fueron los agentes secretos de Israel o Pakistán los que estaban detrás de los ataques, las teorías que han conseguido mayor repercusión suelen estar basadas en una de estas dos ideas:
– Que el gobierno de George W Bush tenía conocimiento previo de los ataques y deliberadamente no hizo nada para prevenirlos. Este grupo de teorías, por tanto, admite la existencia de los secuestradores islámicos y no cuestiona la causa del colapso de las Torres Gemelas, pero acusa al gobierno de permitir deliberadamente que los terroristas realizaran los ataques. Ha recibido el nombre de LIHOP («let it happen on purpose», «dejar a propósito que ocurra»).
– Que fue el propio gobierno de USA quien orquestó y perpetró los ataques. Este grupo de teorías cuestiona la causa del colapso de las Torres Gemelas, que sería una demolición controlada. Se ha usado el término «Inside Job» (trabajo interno) para referirse a los atentados en este grupo de teorías. Ha recibido el nombre de MIHOP («made it happen on purpose», «hacer a propósito que ocurra»).
Ambas opciones terminan encontrando que el gobierno de Bush usó los ataques para desarrollar un fabuloso negocio bélico y a la vez dar un importante paso hacia un nuevo orden mundial con un gobierno único que busca destruir a un supuesto cártel terrorista internacional. Estas teorías terminan dando lugar a la teoría hegeliana de «tesis, antítesis, síntesis» enunciada en la dialéctica histórica de Frederick Hegel.
La dialéctica histórica fue formulada por Hegel en el siglo XIX como la ley que regía a la historia. Hegel dijo que el desarrollo histórico se regía por el eterno paso en tres etapas: tesis, antítesis, síntesis. Es así:
Alguien formulaba una idea, ésta era seguida por todos y se establecía una era. Luego otro sujeto y su grupo pugnaban contra esa idea (tesis), hecha era, y surgía la guerra (antítiesis). Tras la lucha ambas posturas se fundían en una creando algo totalmente nuevo, ésta es la síntesis. La síntesis se convertía entonces en tesis y el proceso se iniciaba de nuevo.
Para Hegel todas estas ideas eran la búsqueda de la idea verdadera, misma que sería descubierta al fin de la historia y que culminaría en la parusía del espíritu, la era de felicidad para todos los hombres.
Esta filosofía es panteísta: sostenía que todas estas ideas eran inspiradas por el espíritu de los tiempos, que se debía a La Idea, o El Espíritu, es decir, Dios.
PETICIONES A OBAMA
Bajo el marco de esta teoría es que se tejen todo tipo de conjeturas acerca de los ataques. Estas conjeturas han ganado tal dimensión que incluso estrellas de Hollywood están reclamando la reapertura de las investigaciones.
El actor Charlie Sheen pidió a Obama reabrir la investigación del 11-S a través de un vídeo colgado en Youtube , en el clip Sheen leyó una carta enviada al presidente americano, en la que pidió a Obama que utilice su poder ejecutivo para reabrir la investigación sobre los atentados del 11-S y sus consecuencias.
El actor puso en relieve varias cuestiones durante el vídeo, incluyendo el colapso inexplicable de WTC 7, un edificio de 47 pisos que no fue impactado por ningún avión, y sin embargo, se derrumbó fulminantemente a los 7 segundos del atentado. También cita varios informes de bomberos, policías, socorristas y otros que estaban en la zona cero, en los que se describen las explosiones antes del derrumbe de las torres gemelas y el edificio 7.
También explicó cómo el ex traductor del FBI Sibel Edmonds, rompió la orden de silencio para hacer pública la revelación de que Bin Laden y Al-Qaeda estaban trabajando con el gobierno de los USA justo hasta el día de los atentados.
Sheen expresa su esperanza de que el presidente Obama lea su carta, añadiendo:
“Tenemos preguntas Sr. Presidente, muchas preguntas …. El pueblo de USA y el mundo, demanda saber la verdad, señor”, y añadió que Obama tiene el poder y la responsabilidad de iniciar “una investigación del Congreso realmente independiente de los acontecimientos del 11-S, así como sus consecuencias.”