Según los medios palestinos, “unos 63 encarcelados comenzarán el miércoles una huelga en las cárceles israelíes para pedir su liberación”. Todos los retenidos eran parte de un grupo de 1027 prisioneros liberados por el régimen de Israel en 2011, en el marco de un intercambio de prisioneros por la liberación del soldado israelí Gilad Shalit, arrestado por los combatientes palestinos en la Franja de Gaza en junio de 2006.
Las cifras más recientes muestran que el régimen de Israel ha detenido a más de 2.000 palestinos desde que tres colonos israelíes fueron secuestrados y asesinados en junio pasado en la ocupada Cisjordania.
El Club de Presos Palestinos, con sede en Ramalá (ocupada Cisjordania) ha anunciado que sólo en la última semana, los soldados israelíes han aprehendido a más de 150 palestinos en los territorios ocupados.
De esta cifra, al menos 50 fueron retenidos en la ciudad de Al- Jalil (Hebrón), 40 fueron arrestados en la ciudad de Al-Quds (Jerusalén), y el resto fue detenido en otras partes de Palestina.
Actualmente, unos 5 mil prisioneros palestinos, entre ellos mujeres y niños, se encuentran hacinados en las mazmorras del régimen de Tel Aviv. Casi ninguno ha sido juzgado, incluso algunos no tienen acusación formal en su contra; una estrategia que el régimen de Tel Aviv denomina “detención administrativa”.
Aun cuando el régimen israelí ha recibido, en repetidas veces, las críticas y condenas de varias organizaciones internacionales, los prisioneros palestinos siguen sin acceder a sus derechos básicos, como agua, comida suficiente, atención médica, educación, visitas regulares y asistencia de un abogado, entre otros.