Tuve la oportunidad de conocer personalmente a José Miguel Varas. Nada más lo vi un día, en la Chascona (Fundación Neruda) y solo cruzamos unas cuantas palabras. Tengo el placer y el gusto de decir que me compró una plaquette de lo que años más tarde fue parte de mi libro. Y lamento profundamente que no se diera la instancia de conversar de otras cosas y de que fuera en otro momento. En otro lugar.
Me hubiera gustado decirle que mis papás escuchaban Radio Moscú en los tiempos de dictadura y darle las gracias por esa lucha en contra de todo lo terrible que pasaba en Chile. Pero Varas era mucho más que la radio, que la TV, que la literatura incluso. Es parte de nuestra historia y patrimonio de los que junto a él, hicieron de Chile un lugar mejor.
Por eso esta entrada para celebrar su vida, para recordar quien fue y para mantener su recuerdo.