“Cuando llegaron los españoles a Abya Yala vieron que los nativos (que no conocían el hambre) hacían todo mal, no daban la vuelta a la tierra y mezclaban especies, entonces dijeron: -Se hace así- No vieron los desiertos que venían dejando atrás, y por no preguntar se perdieron la oportunidad de descubrir nuestras tierras”
Antonio Urdiales Cano Permacultor.
El actual sistema de producción agroindustrial, esta en crisis, es un atentado contra la biodiversidad, los suelos y su fertilidad y el agua dulce en el planeta.
Es caro y muchas veces ineficiente, ya que crea plagas y malezas mas fuertes y el monocultivo imperante es fácilmente afectado por estas o por los problemas climáticos.
El uso y abuso de tóxicos y derivados del petroleo, para controlar malezas, insectos y fertilizar no solo pone en jaque al ecosistema sino que es costoso y solo logra crear mas plagas, malezas mas resistentes y suelos mas erosionados y dependientes del aporte externo de nutrientes.
Lo insólito que todos estos problemas ya estaban resueltos en la agricultura hace cientos de años, en distintas partes del mundo, desde los arrozales de China, donde se utilizaban peces y estos mantenían a raya los insectos aparte de fertilizar el cultivo y proveer mas alimento, México donde los Aztecas cultivaban en medio de un lago mediante sus ingeniosas chinampas, verdaderos huertos flotantes y su compresión de la importancia de los policultivos.
Hasta el día es común ver México y otros países de América la combinación Maíz, legumbre (poroto, frijol, judía) y calabaza (zapallo) el maíz crece rápidamente y sirve de soporte para la legumbre, la cual a su vez le entrega nitrógeno al maíz ya que todas las legumbres son buenas fijando nitrógeno en la tierra, y la calabaza, cubre el terreno impidiendo el desarrollo de malezas, este sistema se conoce como Milpa.
Los incas y sus magnificas terrazas donde cultivaban la papa a miles de metros de altitud, también utilizaban fertilizantes naturales y renovables como el guano el resto de pescados y hasta desarrollaron herramientas sofisticadas como arados manuales y sistema de riego de kilómetros llegando a tallar acueductos en la piedra y llevando el agua desde la montaña hasta la costa.
Y lo mismo se repite en África y muchos otros sitios hay ejemplos de modelos agrícolas sostenibles utilizando la biodiversidad como una ventaja y produciendo alimentos sanos para todos.
Ante el desastre de la agricultura moderna, sería bueno empezar a mirar un poco atrás y recuperar ese conocimiento ancestral que permitió al hombre producir alimentos por milenios de una forma natural.
Según estimaciones de expertos estos sistemas ancestrales serian mas rentables y con mayores rendimientos que las barbaries actuales a las que están sometidos los agricultores.
Hoy en día por suerte siguen existiendo mucho campesinos que conservan estos conocimientos y los aplican y ellos no solo pueden enseñarnos los secretos de estas técnicas sino que son guardianes de una gran cantidad de semillas y esa biodiversidad puede garantizar la subsistencia humana en el futuro.