“Será difícil subir las nóminas de los empleados a causa de la bajada de la recaudación por la reforma fiscal, estimada en unos nueve mil millones de euros”, explicó una fuente anónima. Para compensar a los trabajadores, el Gobierno planea devolver una parte de la paga extra suprimida en 2012 con cargo a las cuentas públicas, a partir del próximo año.
El Ministerio de Hacienda planteó que los salarios de los empleados del sector deberán mantenerse sin cambios, aunque existe la posibilidad de permitir a las administraciones públicas más desahogadas la aprobación de subidas.
Luego de la rebaja de sueldos aprobada por el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero (2004-2011), la nómina de los funcionarios públicos españoles quedó congelada en 2010, con independencia de la evolución del índice de precios. Dos años después se sumó la supresión de pagas extra emitida por el presidente de España, Mariano Rajoy.
Fuente: Librered.net
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