Como señala el analista Miguel Guaglianone, Estados Unidos sigue “apagando el fuego con gasolina” con una coalición que incluye a países árabes del Golfo.
“Con el pretexto de combatir al Estado Islámico, repite otra vez la huida hacia delante: a los graves problemas en el Medio Oriente (la mayoría de los cuales son responsabilidad de la injerencia estadounidense) se responde con una única fórmula, más bombardeos por aquí y por allá, como si las bombas y los cohetes fueran capaces de solucionar conflictos que van mucho más allá de lo meramente militar”,señala el analista (Barómetro Internacional, 29-9-14).
A pesar de la fuerte condena a esta política estadunidense de guerra preventiva generalizada, como se vio en la Asamblea General de Naciones Unidas, el gobierno de Estados Unidos sigue con sus oídos sordos.
En realidad tanto Washington, como sus “socios” europeos, festejan el hecho de que las zonas controladas por el extremista Estado Islámico (EI) permite esta intervención a gran escala, un proyecto que viene desde hace mucho tiempo, para balcanizar esta región, adueñarse de los principales recursos y llegar al más fundamentalista de los sueños del liderazgo claramente fascista de Estados Unidos: “controlar el mundo”, tal como lo han expuesto sus principales asesores, y especialmente a partir de los años 90.
La reciente y brutal ofensiva de Israel contra Gaza, donde poco más de un millón 500 mil personas sobreviven en condiciones infrahumanas bajo una ocupación que desde donde se la mire, es un vasto delito de lesa humanidad, una afrenta al mundo, da muestra de que el fascismo universalizado por las potencias avanza a grandes pasos, no sin originar grandes contradicciones a su paso, que más temprano que tarde estallarán.
Israel, como Estados Unidos y sus socios hoy, desconocen flagrantemente la voluntad mundial por la paz y no hay razón humanitaria o de otras características que detenga este avance.
Mientras el gobierno sionista de Israel se encarga del exterminio del pueblo palestino, Estados Unidos bombardeó a la población iraquí también sobreviviente de la invasión y ocupación de ese país, desde 2003.
Libia se convierte cada día más en un país mártir ocupado por los mercenarios de la OTAN, que además continúan su intervención terrorista en el lugar donde los grupos supuestamente yihadistas, siguen asesinando en forma atroz a miles de libios, y son claves en la intervención terrorista contra Siria, cuyo gobierno resistió los permanentes ataques mercenarios de la Organización del Atlántico Norte (OTAN) desde 2011.
Por supuesto los invasores se encargan de mantener bajo su protección a los pozos petroleros y las riquezas por las que provocaron -desde Afganistán en el 2001- los primeros genocidios del siglo XXI. Y no se detienen.
Este proyecto criminal es lo que está en marcha en la destrucción de lo que queda de Iraq, en el exterminio palestino, libio y sirio y en todo su accionar en esa región porque responde al nuevo diseño de un mapa del Medio Oriente, bajo estricto control del poder hegemónico. A esto se agrega la avanzada de militarización en África, y la cupación de sitios estratégicos en la ofensiva contra Rusia (como se advierte en Ucrania) y China.
Para esto necesitan exterminar a sus poblaciones, disciplinar por el terror, avanzar en una evidente “limpieza étnica” que asegure “democracias” coloniales, lo que comenzó en los años 90 en Yugoslavia y continuaron sin parar.
Con Yugoslavia también comenzaría a caer Europa, donde casi nada queda de los tiempos en que la Unión Europea, hoy sólo una sombra de lo que hubiera sido, se aprestaba a vivir otros viejos esplendores coloniales, que prometía un bloque semejante en el mundo.
En estos nuevos tiempos ningún gobierno europeo resiste las órdenes del comando central que ya no está en Londres, Berlín o París, sino en Washington, y vale la pena decirlo de una vez, también en Tel Aviv.
UN NUEVO MAPA DE MEDIO ORIENTE
El pasado 3 de agosto en un artículo publicado en Global Research se advirtió sobre el resideño del mapa de Oriente Medio, que exigía la destrucción de Iraq, un nuevo mapa no oficial de la OTAN en la Academia Militar de Estados Unidos. Larry Chin se preguntaba: ¿Iraq estará siendo repentinamente invadido por ondas de “terroristas”, o Iraq está siendo saboteado sacrificado y destruido?.
En este sentido destacaba que la “prensa-empresa comercial dominante pinta esto como “insurgencia terrorista” de “extremistas” sunitas que, aparentemente de repente, de la noche a la mañana tomaron el país”.
En realidad, de hecho lo que se ve en la región es una masiva operación de la CIA, un largo plan geoestratégico en construcción, como dice el mismo analista para “hacer naufragar la región en una guerra sectaria, un gigantesco baño de sangre, con desestabilizaciones múltiples y un deliberado show de violencia sectaria cruzando varias fronteras” hasta que todo el mapa de Oriente Medio y Asia Central sea rediseñado.
Según el analista, el mapa fue preparado por el teniente coronel estadunidense Ralph Peters, publicado por Armed Forces Journal en junio de 2006. (Copyright do mapa, Lieutenant-Colonel Ralph
Peters, 2006).
Y en este caso Estados Unidos estaría jugando con la OTAN en dos lados de ese conflicto en función de los objetivos más amplios.
En realidad esa fuerza de “terroristas” que de un día a otro apareció bajo el nombre de ISIS (Estado Islámico de Irak y el Levante ) es una creación de la CIA estadounidense y de sus aliados ricos en
petrodólares: Arabia Saudita, Kuwait y Qatar, sostiene Larry.
Una de las denuncias más importantes conocidas en los últimos días y documentada partió de Edward Snowden, ex agente de inteligencia de EE.UU. refugiado en Moscú, quien demostró el largo alcance del espionaje de su país en todo el mundo.
Según las revelaciones del ex agente de la NSA, el Estado Islámico fue creado por la Cia y el Mossad de Israel. Pero esto fue ignorado por los grandes medios.
De acuerdo a investigadores europeos, Abu Bakr al-Baghdadi, emir del Estado Islámico, es un agente llamado Elliot Shimon, entrenado por el Mossad.
Al Qaeda fue y es en realidad un brazo armado de la inteligencia militar de Estados Unidos, como se pudo advertir en Afganistán, y siguió siéndolo aún después del desmembramiento de la Unión Soviética.
En realidad la Guerra Fría nunca terminó, se reacondicionó, permitiendo en este momento pasar a otras instancias.
El ISIS es un ejército mercenario, no sólo integrado por supuestos o verdaderos fundamentalistas árabes, sino de diversas nacionalidades, como corresponde al llamado mundo de “los perros de la guerra”.
En realidad Al Qaeda es el modelo típico de los llamados ejércitos privados mercenarios como la “contra” nicaragüense en los años 80 en la guerra contra la Nicaragua sandinista.
De acuerdo a las investigaciones hay pruebas que apuntan directamente a una retirada de las fuerzas de Estados Unidos en Iraq que permitirían que el ISIS tomara Mosul, Tikrit, Fallujah y sobretodo tomara armas y equipamiento norte-americano “milagrosamente esparcido en grandes cantidades”, para ser “encontrado” por los terroristas.
Esto es evidente , si no ¿de dónde sacarían los “terroristas” del ISIS equipos y armamentos de alta tecnología, que sólo tienen los poderosos? Las fotografías de sus espectaculares entradas dan cuenta de esta realidad.
“En un proceso horrendamente surrealista, el espectáculo militar que fue preparado por fuerzas militares de Estados Unidos para usar drones y aviones bombardeando a favor del régimen chiíta de Maliki en contra de las propias fuerzas sunitas del ISIS de la CIA que usa armas y equipamiento de EE.UU. “¿Todo eso para qué? Iraq está siendo reinvadido y redestruido para ser transformado en algo muy cercano al plan original de (George W) Bush y Dick Cheney, que querían el país dividido por líneas sectarias, que dejarían la producción crucial de petróleo y gas en el sur en manos de empresas aliadas de occidente”.
Según el analista Michel Chossudovsky, la agenda de Estados Unidos a largo plazo es transformar a Irak y Siria en tres territorios separados: un Califato Islamista Sunita, una República Árabe chiíta y una República de Curdistán. “Iraq dejará de existir completamente. Toda la región está bajo amenaza. Mentiras y ambigüedades. Dentro de las fronteras de Estados Unidos reina la muerte cerebral más desinteresada de todo”. La mayoría de los norteamericanos de nada saben, de nada quieren saber y no les importa. Están atrapados en la mentira y el terror desde el 11 de septiembre de 2001. La narrativa de la propaganda falsa está instalada.
Había que borrar para siempre la memoria de lo sucedido durante la guerra de Vietnam. Un pueblo aterrorizado por amenazas diversas no pregunta, no exige, no ve, no escucha.
Las leyes persecutorias, el Acta Patriótica, están para contener al resto, a los que quieren saber, a los que quieren hacer. Y vale preguntarse: y ¿en el mundo qué pasa con el silencio cómplice de tanto crimen y tanta destrucción? ¿También reina la muerte cerebral más desinteresada de todo, hasta del propio futuro de la humanidad?
Por Stella Calloni / Prensa Latina