La Comunidad Madrileña ha confirmado que sacrificará al perro de la auxiliar de enfermería contagiada de ébola. «No podemos arriesgarnos», comenta Felipe Vilas, presidente del Colegio Oficial de Veterinarios de Madrid. Su criterio ha sido determinante para que se tome la decisión de sacrificar a la mascota.
Vilas explica que, a pesar de que hay pocos estudios sobre ébola en perros, que los que hay han demostrado que, en los lugares en donde ha habido un brote, un número no menor de animales dan muestras de niveles de anticuerpos elevados. Esto significa que tienen contacto con el virus. Es decir, que, si bien, no se ha podido comprobar la transmisión del animal al ser humano, tampoco se puede descartar que un perro en contacto con el virus no pueda excretarlo en alguna de sus fases, teniendo o no, desarrollo sintomático, agregó.
«Es una medida más que justificada, por dura que pueda parecer. Aquí tiene que primar el factor de protección de la población», aseguró Vilas. «Por mínimo que sea el riesgo, lo lógico es eliminarlo». subraya el presidente de los veterinarios de Madrid. La Comunidad ha pedido la autorización a los dueños del perro para sacrificarlo.
Pero Vilas señala de que, en caso de no obtenerla, se pedirá autorización al juez. Y que es un proceso que puede demorar varios días. «El perro está en la casa, y la casa está cerrada. Tiene agua y comida, así que no pasa nada porque esté allí dos o tres días», asegura el veterinario.
Javier L. R, pareja de Teresa R. R, la mujer contagiada de ébola, ha intentado, a través de un mensaje en redes sociales, evitar que sacrifiquen a su perro Excálibur.
Según Javier L. R. el personal de la Comunidad de Madrid lo ha ontactado para pedir su consentimiento y autorización para poder sacrificar al animal. Como él explica, el perro se ha quedado solo en la casa luego de que sus dueños fueron ingresados en el hospital Carlos III y, aunque tiene comida y agua para varios días, tiene miedo de que puedan entrar y sacrificarlo sin su consentimiento. Por esta razón y, a través de sus amigos, ha hecho llegar un mensaje a la asociación AXLA (Amig@sXlosanimales) para pedir ayuda. Ellos han sido los encargados de difundir la petición a través de Facebook y de avisar a otras asociaciones de animalistas a través de un grupo de WhatsApp, según informan desde la protectora Villa Pepa. El mensaje está acompañado de unas imágenes de Excálibur.
Este es el mensaje que se ha difundo a través de Facebook:
«Hola, me llamo Javier L. R., soy el marido de Teresa R. R., la auxiliar contagiada de ébola por tratar de forma voluntaria a los dos pacientes contagiados que fueron repatriados a España.
Quiero denunciar públicamente que un tal Zarco, creo que es jefe de sanidad de la Comunidad de Madrid, me ha dicho que tienen que sacrificar a mi perro así, sin más. Me pide mi consentimiento a lo cual me he negado rotundamente. Dice que entonces pedirán una orden judicial para entrar por la fuerza en mi casa y sacrificarle.
Yo antes de venir al hospital le deje varios cubos de agua, la bañera también con agua y un saco de pienso de 15Kg para que tuviera comida y agua. También le deje la terraza abierta para que haga sus necesidades.
Me parece injusto que por un error de ellos quieran solucionar esto por la vía rápida.
Un perro no tiene porque contagiar nada a una persona y al revés tampoco.
Si tanto les preocupa este problema creo que se pueden buscar otro tipo de soluciones alternativas, como por ejemplo poner al perro en cuarentena y observación como se ha hecho conmigo. O acaso hay que sacrificarme a mí por si acaso.
Pero claro, un perro es más fácil, no importa tanto».
El rol de los perros u otras mascotas en la propagación del ébola está poco estudiado, pero un comunicado del Instituto de Investigación para el Desarrollo de París, en el año 2005, afirmaba que «estos animales domésticos pueden por lo tanto infectarse y excretar el virus durante un periodo determinado, convirtiéndose así en una fuente potencial de infección para el ser humano».