Bob Dylan es un enigma. En sus inicios como cantautor logró posicionar sus melodías y letras como himnos del movimiento anti-guerra con piezas como “Blowin in the Wind”. Poco después revolucionó los paradigmas del rock de en la década de los sesenta con su sencillo “Like a Rolling Stone”, el cual lo convirtió en un fenómeno musical internacional. Encima, Bob Dylan ha sido un creador multifacético a lo largo de su vida, incursionando en la creación de ilustraciones, pinturas y acuarelas; sin embargo, entre las facetas más excéntricas de la leyenda de folk se encuentra su producción como soldador.
En su autobiografía “Chronicles” describió a ésta como una de sus actividades favoritas: soldar piezas de metal viejo para crear portones en su hogar en Malibu. Aquí una breve muestra del artista trabajando en sus proyectos:
En las palabras del propio Dylan:
“Siempre he estado rodeado de hierro, desde que era un niño. Nací y me criaron en un pueblo de este mismo mineral, donde se podía respirar y oler todos los días. Y siempre he trabajado con él de una u otra manera”.
“Los portones me llaman la atención particularmente por el espacio negativo que permiten. Puede que estén cerrados pero al mismo tiempo permiten que las estaciones y la brisa entren y fluyan. Pueden mantenerte adentro o afuera de un espacio. Y a veces ni siquiera hay una diferencia”.
Fotografías por John Shearer