Adopción Homoparental: Homosexualidad y Homofobia

Con el pasar de los años la sociedad ha ido en constante cambio y temas que se consideraban tabúes ahora están siendo tratados, siendo que antes, jamás se hubiera tenido la idea de siquiera mencionarlos en una conversación cotidiana por el temor de ser señalados o juzgados.


Autor: Arturo Ledezma

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Según Gafo (2004), el fenómeno homosexual ha sido afrontado casi siempre desde la psiquiatría y la psicología clínica; trabajan con una pequeña muestra del sector más conflictivo y neurotizado de la población homosexual y que, desde ahí, extienden sus conclusiones haciendo generalizaciones indebidamente de toda la población homosexual. Es interesante hacer énfasis en que los resultados que los mismos profesionales (psiquiatras y psicólogos clínicos) han tenido como un muestro que no representa totalmente a dicha comunidad estudiada, y por ello se crean estereotipos que la misma sociedad considera como absolutos pues son personas “estudiadas” las que respaldan tal información. Este tipo de acusaciones afectan a la imagen que se tiene de ellos y únicamente contribuye a alimentar falsos estereotipos, que sin duda alguna ahora se están convirtiendo en una barrera para progresar con la adopción homoparental. Es decir, son relativamente pocos los hombres y mujeres homosexuales que responden al estereotipo que la mayoría tienen de ellos.

Gafo (2004) también menciona que parece que los adultos homosexuales que se han adaptado a su homosexualidad, que no lamentan su orientación sexual y que pueden funcionar eficazmente en el aspecto sexual y social, no tienen más problemas psicológicos que los hombres y mujeres heterosexuales. Resulta evidente que el terapeuta que sigue creyendo que su labor consiste necesariamente en cambiar la orientación sexual de un cliente homosexual, desconoce cuál es el verdadero problema con el que se enfrenta.

Asimismo Van Den Haag (1979), menciona que no hay nada que pruebe que un tipo de carácter sea causado por la homosexualidad o que esté necesariamente vinculado con él (independientemente de los factores culturales) y que sería evitado de evitarse la homosexualidad, pues parece dudoso que la misma sea una enfermedad. Analizando el hecho de que la homosexualidad no causa ningún tipo de carácter, es imperativo hacer notar que, el sector de la sociedad que está en contra de la adopción homoparental, considera que los niños criados por homosexuales podrían tender a imitar sus conductas aberrantes y es lo que ellos realmente desean evitar, por eso no están de acuerdo con ello.

Desde un aspecto cultural, que es un factor independiente como menciona Van Den Haag, se ha inculcado que la crianza de niños es por hombres y mujeres que toman el rol de padre y madre respectivamente, y no son criados por hombre-hombre ni mujer-mujer. Este suceso es causado meramente por pensamientos, arraigos culturales y homofóbicos.

De acuerdo con Borillo (2001), la homofobia se define como el temor de estar con un homosexual en un espacio cerrado, y en lo que concierne a los homosexuales, el odio hacia sí mismo. Es el temor de que esta identidad (la homosexual) sea reconocida. La homofobia es un fenómeno complejo y variado que se adivina en las bromas vulgares que ridiculizan al afeminado, pero también puede revestir formas más brutales, que lleguen a la voluntad de exterminación del otro, del homosexual. Retomando el hecho de que existe homofobia dentro de los mismos homosexuales, es interesante considerar la vertiente que de este odio así mismo es causado más que nada por el paradigma tradicional, pues desde que nacen son educados para tener una familia heterosexual y, al momento en que descubren su verdadera orientación sexual, existe un choque cultural entre lo que la sociedad les dicta deben de ser y entre lo que ellos realmente son.

Para las parejas homosexuales representa un gran avance pues, aunque únicamente la adopción homoparental no es un hecho, están comenzando a ser relativamente considerados con respecto a la necesidad de contraer matrimonio y de adoptar para crear una familia propia tal y como las personas heterosexuales lo hacen. Por tanto, ¿qué ha pasado a lo largo de los años que personas consideras como invertidos o sodomitas desean tal estabilidad a pesar del contexto social? ¿Acaso este acontecimiento es el resultado de la transición a un nuevo paradigma?

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y estereotipos sexuales

Bibliografía:

Pinel, John. P.J. 2007. Biopsicología. Madrid. Pearson Educación, S.A. Página 378.
Seidman & Fischer. 2011. Introducing the new sexuality studies. Great Britain. Editorial Taylor & Francis Books. 461
Van de Haag, E. 1979. Un psiquiatra homosexual: ¿enfermos de la cabeza? Barcelona. F.H. Editorial. 49

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