La historia se repite en Saint Louis (Missouri, Estados Unidos), donde un policía blanco fuera de servicio mató a tiros a un joven negro de 18 años en un suburbio de la ciudad próximo a la localidad de Ferguson, donde en agosto se produjeron disturbios precisamente por otro incidente similar.
Según Schron Jackson, portavoz del Departamento Metropolitano de Policía de Saint Louis, el agente, de 32 años, se encontraba trabajando para una compañía de seguridad con su uniforme policial puesto cuando ocurrieron los hechos. La portavoz ha explicado que trató de detener al joven, de nombre Vonderrit Myers Jr., al considerarlo sospechoso cuando lo vio huir a pie.
Jackson asegura que Myers se giró y disparó al policía, quien respondió con su arma hiriéndole mortalmente. El agente, que lleva seis años en el departamento, no resultó herido.
Teyonna Myers, una joven de 23 años, ha asegurado al diario local Saint Louis Post-Dispatch que ella es la prima del joven abatido por el Policía y que estaba desarmado cuando le ha matado. “Tenía un sándwhich en su mano y pensaron que era una pistola. Es como Michael Brown otra vez”, ha denunciado.
También con el mismo diario ha hablado Jackie Williams, tía de Myers, quien asegura que el agente “disparó 16 veces sobre él”. “Es un asesinato descarado”, ha añadido.
Este hecho ha provocado que numerosas personas hayan salido a la calle para protestar por lo sucedido, una nueva muerte de un joven negro a manos de un policía blanco. Unas 200 personas se han acercado hasta el lugar del suceso y muchas de ellas han lanzado gritos contra los agentes de Policía. Varias de ellas han golpeado dos vehículos policiales.
Telam