“Con el tiempo nos ajamos, nos ponemos viejos, un Democratacristiano tiene la caradura hasta más allá de la muerte”
En 1958 un año después de la fundación del Partido “Demócrata” “Cristiano” (PDC), Estados Unidos sufre un colapso nervioso al percatarse que Salvador Allende pierde las elecciones sólo por un 3%.
Decide entonces que las próximas elecciones, las de 1964, no podían dejarse en manos del vulgo o el azar o la democracia. (Aunque fuese ésta, una democracia burguesa)
Se creó un comité electoral en USA y otro con sede en Santiago.
Más de cien “funcionarios” de la C.I.A trabajaron arduamente en aquel tiempo en Chile.
(Para los que no saben, la sigla CIA significa, Compañía, pero con mayúsculas)
Al poco andar, vino la pregunta del millón.
¿Quién representaría los intereses de los grandes consorcios yanquis, así como la oligarquía, la burguesía local, los terratenientes, latifundistas usureros y especies similares?
La elección no era fácil, Chile podía (y puede) exportar traidores, pérfidos, felones. Apostatas, fementidos, renegados, perjurados, re lavados por toneladas.
Después de una ardua discusión se llegó a la conclusión que; EDUARDO FREI MONTALVA, Era el más apto para tan “noble” misión.
Tenía bastantes simpatizantes en la derecha, con los cuales compartía muy asiduamente reuniones “intelectuales” al calor de una salamandra y la acogedora música de algún piano. Ser uno de los tantos herederos de la “sapiencia derechista” del Partido Conservador, le traía muchas ventajas.
Además, la clase media veía en él y su partido una especie de trampolín hacia un mejor status. Por otro lado una cantidad no despreciable de gente pobre, miraba con agrado que un “cristiano” declarado fuese presidente.
Pero esto no era suficiente.
La C.I.A pagó más de la mitad de la campaña presidencial de la DC
Los dólares ensangrentados que recibió Frei, destilaron cientos de gotas que empaparon a ilustres democratacristianos que hasta el día de hoy gozan de inmejorables posiciones.
20 millones de dólares. (Más dinero que las dos campañas presidenciales realizadas ese mismo año en Estados Unidos entre Jonson y Goldwater).
(20 millones de dólares, casi 50 años atrás, bastante, bastante dinero) (¿La conversión monetaria de ese entonces, sería ahora de…?)
Se establecieron relaciones económicas sociales (los cochinos dólares) con un cuanto hay.
Campesinos, sindicatos, estudiantes, pobladores, obreros, mujeres, jóvenes etc.
La capacitación anti- allendista era total, el dinero del norte entraba hasta por las rendijas de las mediaguas, la ranchas, los campamentos.
Y comenzó la campaña anti-comunista: La del Terror y de los Medios. La del Horror y los Miedos.
Se inundó la prensa, la radio, la televisión. Películas, panfletos, afiches, rayados, correo, historias, cartas, epístolas, rumores, chismes, patrañas, fábulas etcétera etcétera.
La guerra sicológica había dado excelentes frutos en otros países. Guatemala por ejemplo.
Apareció una carta del Papa Pío XI (anticomunista por supuesto) distribuida por ciudadanos que no pertenecían a ningún partido político, según el impreso de la misma. Accidentalmente La Democracia Cristiana olvidó poner su nombre sobre la misiva en cuestión.
Todo lo que se tratara de Desinformación era su especialidad.
La propaganda falsa, con noticias inexistentes o truculentas o horrendas, eran siempre achacadas a los comunistas.
Un ejemplo simpático:
El sonido ensordecedor de una metralla. Una mujer gritando aterrada, “Los comunistas mataron a mi hijo”.
Después, una voz mustia y pausada decía: Para que esto no suceda en Chile, tenemos que votar por Eduardo Frei para presidente.
20 propagandas por día en las radios de Santiago. Agréguese 44 estaciones de radio en el campo.
Noticias de 12 minutos 5 veces al día. 24 noticias diarias. 26 programas semanales.
Hay que hacer hincapié, que el equipo artístico y cultural de la CIA hacía la casi totalidad de la propaganda. Los demás, sólo eran loros bien entrenados y pagados.
3 mil afiches por día, cientos de rayados. Miles de cartas personalizadas. Radios compradas, revistas pantalla. Miles y miles de impresos.
La CIA dirigía la campaña de la Democracia Cristiana, así como también el registro de votos.
Richard Daley, alcalde de Chicago tutelaría las elecciones antes y después.
Envió a un experto, profesional en falsificaciones de votos y engañifas varias, a velar por el buen desarrollo de la inversión estadounidense.
Roger Vekemans cura jesuita belga recibió 5 millones de dólares en aquel entonces. Trabajó y dirigió intensamente una organización cristiana que la CIA usaba como chapa.
Recolectaba información, para saber quien era quien en ese tiempo. Líderes sindicales, estudiantiles, poblacionales, mineros, dueñas de casa, intelectuales, músicos, profesores, escritores estaban en la mira.
Funcionaba como soldado para la DC y su candidato presidencial Eduardo Frei. Se rompió la espalda luchando contra La Teología de la Liberación. Confesarse con este cura era suicidio o síntoma de masoquismo crónico.
Además, religiosos, párrocos, eclesiásticos, ungidos, iluminados, capellanes y sacerdotes varios, se unieron a la Cruzada en contra del Comunismo. ¿Su aliciente?
Perderían todas sus regalías, y eso sería vivir en el infierno. (Es decir, como pobres.)
El sermón del domingo incluía su oración contra los adoradores de lucifer, ya que con Allende prácticamente el diablo ganaba las elecciones. (El Opus Dei ya hacía de las suyas por aquellos años, aunque muchos afirman que la DC es el brazo político de este)
Como Chile era (y es) campeón del machismo, se aprovecharon de las desventajas de las mujeres y su permeabilidad ante el discurso de algunos hombres destacados. Sembrarles pánico, incertidumbre y terror era la Trinidad perfecta.
Frei obtuvo 490 mil votos femeninos más que Allende, que sólo consiguió 67 mil votos femíneos en comparación con este.
Después de una intensa y aguda guerra fría y sucia y negra, vinieron los frutos. La campaña fue considerada como la más exitosa, nunca antes vista.
Frei ganó con un 56% Allende, con todo, logró un 39%.
Y así, una vez más, la CIA, agregó nuevamente a uno de sus hombres detrás de un gobierno. A la larga lista de traidores, vende patrias, títeres, marionetas, fantoches, déspotas, dictadores, peleles, tiranos, espantapájaros, dominguillos, se agregó el nombre de un mamarracho más: EDUARDO FREI MONTALVA.
Por Andrés Bianque
*Texto Basado en los Archivos desclasificados de la CIA*