Simón Bolivar y el Decreto a Muerte

“Para nosotros, la patria es América; nuestros enemigos, los españoles; nuestra enseña, la independencia y libertad”

Simón Bolivar y el Decreto a Muerte

Autor: Ángela Barraza

“Para nosotros, la patria es América; nuestros enemigos, los españoles; nuestra enseña, la independencia y libertad”.

Simon Bolivar el libertador de américa

Simón Bolivar (Caracas, Capitanía General de Venezuela, 24 de julio, 1783 — Santa Marta, República de Colombia, 17 de diciembre, 1830), el Libertador de América, es considerado por algunos intelectuales estadounidenses como el George Washington de América del Sur. Sabía cómo ejercer el poder político y militar con un solo gesto, como solía hacerlo Washington, pero también sabía cómo sobrellevar  las peores condiciones en áreas tropicales, andinas, salvajemente remotas y más allá de cualquier cosa que Washington tuviera que soportar.

Además de las muchas batallas militares que tuvo que librar durante su carrera, Bolívar se enfrentó a complejas circunstancias raciales y étnicas a pesar de la gran fortuna que poseía, fue dueño de esclavos y tierras; con sus bienes fue capaz de mantener a sus propios ejércitos durante un tiempo, aunque su lucha finalmente lo dejara en la ruina. Sin embargo, y  debido a su origen no europeo y la sangre mestiza que corría por sus venas,  incluso siendo de  aristócrata, se vio obligado a defenderse de los prejuicios de la época marcados por los tonos de la piel. En Perú los colonizadores españoles lo llamaban  Sambo, casta resultante de un negro y un indio americano, o viceversa,  como una forma despectiva.

Simon bolivar

Guerreros indios con arcos y flechas formaban por una parte de su ejército, y las indígenas formaban una gran parte de los seguidores de su campamento. Los esclavos y los descendientes de esclavos procedentes de África jugaron un papel central en la guerra de independencia.

Simón Bolívar se formó leyendo a los pensadores de la Ilustración Locke, Rousseau, Voltaire, Montesquieu. Viajó a  París, donde tomó contacto con las ideas de la Revolución y conoció personalmente a Napoleón y Humboldt. Afiliado a la masonería y sumergido en las ideas liberales,  en 1805 juró en Roma que no descansaría hasta liberar a su país de la dominación española. Y, aunque carecía de formación militar, llegó a convertirse en el principal dirigente de la guerra por la independencia de las colonias hispanoamericanas, en la que suministró al movimiento una base ideológica mediante sus propios escritos y discursos.

El 15 de junio de 1813, en la ciudad de Trujullo, Bolívar levantó la bandera más preciada de la justicia, la verdad, la belleza, la libertad y la razón de su independencia. Con el Decreto de Guerra  a Muerte nació la primera fase de la rebeldía que sintetiza la práctica espontánea y la práctica teórica del libertador de América, haciendo de las ideas de Bolivar una práctica integral.

El Decreto de Guerra a Muerte

Este documento fue el aviso decisivo de una lucha que comenzaba y de la cual él era su expresión, era la voz de los colonos contra los opresores, era el esfuerzo político más grande lanzado en medio de condiciones sociales y económicas desastrosas y donde con todo su horror combativo hacía un llamado a la unión americana para que se incorporara a la lucha de liberación contra el imperio español. El Decreto de Guerra a Muerte señalaba que “Todo español que no conspire contra la tiranía en favor de la justa causa por los medios más activos y eficaces, será tenido por enemigo y castigado como traidor a la patria, y por consecuencia será irremisiblemente pasado por las armas. Por el contrario, se concede un indulto general y absoluto a los que pasen a nuestro ejército con sus armas o sin ellas; a los que presten sus auxilios a los buenos ciudadanos que se están esforzando por sacudir el yugo de la tiranía. Se conservarán en sus empleos y destinos a los oficiales de guerra y magistrados civiles que proclamen el Gobierno de Venezuela y se unan a nosotros; en una palabra, los españoles que hagan señalados servicios al Estado serán reputados y tratados como americanos”.

En el decreto, Bolivar sostiene que los americanos fueron enviados a destruir a los españoles, a proteger a los americanos y establecer los gobiernos republicanos que formaban la Confederación de Venezuela. “Nuestra misión sólo se dirige a romper las cadenas de la servidumbre que agobian todavía a algunos de nuestros pueblos, sin pretender dar leyes ni ejercer actos de dominio, a que el derecho de la guerra podría autorizar”.

Batalla de Ayacucho

Bolivar soñaba con formar una gran confederación que uniera a todas las antiguas colonias españolas de América, inspirada en el modelo de Estados Unidos. Por ello, no satisfecho con la liberación de Venezuela, cruzó los Andes y venció a las tropas realistas españolas en la batalla de Boyacá (1819), que dio la independencia al Virreinato de Nueva Granada (ahora Colombia). Reunió entonces un Congreso en Angostura (1819), que elaboró una Constitución para la nueva República de Colombia, que englobaba el ahora territorio de Colombia, Venezuela, Ecuador y Panamá; Simón Bolívar fue elegido presidente de la Gran Colombia. Luego liberó la Audiencia Quito (actual Ecuador) en unión de Sucre, tras imponerse en la batalla de Pichincha (1822).

Los éxitos militares de Bolívar no son comparables con algún otro libertador. Su tendencia a ejercer el poder de forma dictatorial despertó muchas dudas y finalmente el proyecto de una gran Hispanoamérica unida chocó con los sentimientos particularistas de los antiguos virreinatos, cuyas oligarquías locales acabaron buscando la independencia política por separado.

Decreto de Guerra a Muerte

De sus ideas libertadoras surgió una corriente de pensamiento político basada en su vida y obra. Este idealismo busca resaltar “el derecho a la educación pública gratuita y obligatoria”, el evitar la intromisión de “países extranjeros al ideal bolivariano” en las naciones americanas bolivarianas, así como “la dominación económica de las potencias europeas o de cualquier país que no comparta el ideal bolivariano. Propone, también la integración energética, económica y política de los países de Latinoamérica. Este modelo fue adoptado por los presidentes de Bolivia, Evo Morales; de Ecuador, Rafael Correa; de Venezuela, Hugo Chávez (QDEP) y de Nicaragua, Daniel Ortega.

Fuentes:  Simón Bolivar, american liberator, Marie Arana.


Reels

Ver Más »
Busca en El Ciudadano