“La política de entrega de tierras de Conadi ha sido parte del problema, no de la solución”

La obsolescencia de la Conadi como institución encargada de administrar y regular la entrega de tierras a la comunidad indígena fue uno de los temas a los que se refirió ayer Pedro Cayuqueo durante el foro organizado por Espacio Público, en el que también participó Sebastián Donoso, Consejero del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH)

“La política de entrega de tierras de Conadi ha sido parte del problema, no de la solución”

Autor: CVN
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Sebastián Donoso (izquierda) y Pedro Cayuqueo (derecha), ayer durante el foro organizado por Espacio Público

La obsolescencia de la Conadi como institución encargada de administrar y regular  la entrega de tierras a la comunidad mapuche fue uno de los temas a los que se refirió ayer Pedro Cayuqueo durante el foro «De la tierra al territorio mapuche; un conflicto geopolítico” organizado por Espacio Público, del que es director Cayuqueo, y en el que también participó Sebastián Donoso, profesor de Legislación Indígena y Políticas Públicas de la Facultad de Derecho de la Universidad Católica y consejero del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH).

El autor de la obra «Esa ruca llamada Chile» señaló que “la política de entrega de tierras de Conadi ha sido parte del problema, no de la solución” del conflicto territorial actual en La Araucanía: “La entrega, que es en base a concurso, ha generado una especie de circuito, a ratos medio perverso”

En este sentido, el periodista precisó que algunas de las críticas que se lanzan de parte de algunos de los sectores más reacios a esta política de entregas son “verídicas”:

“Hay un mercado de tierras en el sur donde toman parte corredores de propiedades, que reciben comisiones millonarias por hacer de intermediario entre la compra de tierras de fundo y comunidades (…) La ley indígena permite que un grupo muy pequeño pueda crear una comunidad homologando lo que es la junta de vecinos, algo que es bastante perverso”, ya que las comunidades se dividen para “poder acceder a beneficios de tierras”.

En este punto cabe señalar que una de las críticas que muchas veces se realiza desde distintos puntos de la sociedad, especialmente desde el seno mapuche, es la división entre las comunidades, que trae consigo consecuencias negativas como la división de fuerzas en detrimento de la consecución de objetivos significativos y que encuentra en el referido sistema – que proporcionalmente beneficia más a los grupos pequeños- uno de sus orígenes, beneficiando, entre otros, a aquellos a los que les interesa más “dar respuesta” a pequeños conflictos aislados que enfrentar y tener que encontrar una solución real frente a la protesta de una fuerza que englobe las demandas del millón y medio de ciudadanos mapuche que se estima que hay actualmente en el país.

“La Conadi fue desde su creación un coto de caza de los partidos políticos y de una burocracia indígena asociada a los partidos; una caja pagadora de favores políticos. No sé si su fin último será abordar seriamente el conflicto”, criticó Cayuqueo, añadiendo que la actual política de entrega de tierras “no tiene ninguna salida, es un pantano donde vamos a entramparnos”.

Cayuqueo aludió también al anacronismo de Chile en la resolución del conflicto territorial con respecto a otros países de Sudamérica donde se solventó con las reformas agrarias en los años 50; “En Chile hoy estamos pegados en el S.XXI con las tierras indígenas; Han salido términos como “expropiación” que remiten a un lenguaje de otra época y eso es real porque Chile está estancado”.

La obsolescencia de la Ley indígena

Ambos expositores aludieron al fracaso y obsolescencia de la actual Ley indígena. Sebastián Donoso criticó, en primer lugar, la ausencia del elemento lingûístico en el texto, que considera en su primer artículo “que la tierra es el fundamento principal de la existencia y cultura de los pueblos indígenas”.

A esta estricta y estigmatizada identificación del mapuche con la tierra también se refirió Cayuqueo, ya que según el periodista provoca falta de entendimiento entre las autoridades y las demandas del pueblo mapuche en, por ejemplo, la discrepancia con el hecho de que algunas de las tierras entregadas no sean trabajadas;

“Lo que nosotros los mapuche entendemos por tierra no es lo mismo que lo que las autoridades piensan” El escritor señaló que la reclamación no tiene por qué venir, y que de hecho no viene, de la mano de un uso agrícola;

“El conflicto que estamos viendo es por tierras antiguas, por tierras ancestrales, para ellos lo importante es la soberanía y el lugar para hacer un ritual”, precisó.

Con respecto al mismo punto de debate sobre si deben trabajarse o no estas tierras, Donoso señaló que dicho debate conducía a la pregunta de si la sociedad veía “justa” la devolución de tierras; Porque de ser así, apuntó, “la pregunta de qué hacen ellos con las tierras obviamente pasa a segundo plano, pero para una lógica del mundo no indígena, especialmente de la derecha y la centro-derecha , entregar tierras sin una rentabilidad es anatema”.

Donoso criticó además la excesiva “protección” en el sentido de restricción de las facultades de dominio sobre las tierras, algo que dijo, podría no estar bien desde el punto de vista de que se esté indirectamente asumiendo “incapacidad” de los mapuche para tener mayor autonomía.

En la misma línea, Cayuqueo señaló no ser muy partidario de “darle tanta atribución al estado” refiriéndose al Ministerio de Asuntos Indígenas: “Los mapuche somos súper autónomos, tenemos una cultura de clanes familiares muy autónoma entre nosotros que hace que el hecho de entregar atribuciones sea muy complejo: Nosotros nunca entregamos ninguna atribución a ningún rey ni a ningún dios”

Wallmapu es nuestra Cataluña

“Yo creo que hay un salto evidente en el discurso mapuche y en la acción política mapuche de situar el tema desde el punto de vista geopolítico”, señaló Cayuqueo; “La reivindicación territorial de hectáreas tiene que dar paso a una mirada más política”.

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El escritor puso el ejemplo del término “Wallmapu”, la definición que históricamente se dio al terrirorio: “Hasta hace 15 años no estaba instalado en el discurso geopolítico de los dirigentes mapuche, hoy muchos hablan de ello; Wallmapu es nuestro Euskal Herría, nuestra Cataluña”

El concepto, señala  Cayuqueo,“está siendo incorporado al conflicto político, a las las artes, al mundo del marketing, como marca”.

La pregunta más de fondo, precisa, es si esta “mirada geopolítica” trascenderá algún día al la aislada mirada del conflicto territorial; Quizás más interesante que recuperar algunos sectores de tierra es recuperar el control político de la zona”, añade que escribió una vez en una de sus columnas.

“El tema territorial tiene que ser llevado a una mesa de negociación política”

Un hecho “indesmentible”, señaló Cayuqueo, es que “los mapuche no van a recuperar todo el territorio usurpado”  dada entre otras cosas la alta colonización empresarial en la zona de La Araucanía; “El tema territorial tiene que ser llevado a una mesa de negociación política”.

“El conflicto está muy grave; Es urgente porque es muy peligrosa la situación del conflicto dada en los últimos años”, afirmó el escritor; “Se debe arribar a un acuerdo político en cuanto al tema tierras, crear una comisión de estado; un catastro donde estén las tierras demandadas. Hoy día existe una ventanilla abierta en Conadi donde las comunidades ponen los reclamos, esa ventanilla abierta es inagotable”

Es necesaria “Una comisión de estado que realice un catastro de las reclamaciones, que ponga un límite, que plantee alternativas; Una vez un dirigente mapuche planteó en un foro que la tierra hoy día es un elemento que no nos va a sacar de la pobreza y  que por qué la tierra no se pagaba por ejemplo en una jubilación anticipada”

Necesidad de presencia mapuche en la política nacional

“La Ley de partidos fue hecha para inhibir la participación ciudadana; es necesario que haya participación mapuche en el Congreso”

“La sociedad mapuche no es tan diferente de cualquier sociedad mundial, la gente cuando no tiene espacio de intervención recurre a la protesta social, que es criminalizada y perseguida – más en Chile con la ley antiterrorista-,lo que acaerrea radicalización y violencia política», apuntó Cayuqueo.

El ejemplo de los Maoríes

Donoso puso el ejemplo de las exitosas políticas adoptadas en Nueva Zelanda para la integración y reparación del pueblo Maorí, y al respecto Cayuqueo adujo a la necesidad de un cambio cultural profundo para la fructífera  instauración de ese tipo de políticas:

“El modelo neozolandés tuvo un cambio cultural profundo; del mundo indígena y del no indígena; cambiaron el paradigma de pensarse como ingleses en la Polinesia a ser polinésicos con ancestros ingleses; Yo no se qué tan dispuesto esta Chile a pensarse como una sociedad no europea y más bien hija y prima de la población indígena”.

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“Ese cambio cultural está hoy en pañales; Yo lo observo difícil en una sociedad que todavía niega su morenidad, que todavía tiene actitudes racistas”.

Además, a esta complejidad se añade, según Cayuqueo, el hecho de que el conflicto territorial “contamine todo”; “Gran parte de la población no está en conflicto, somos un millón y medio”.

El guión de una película de indios y vaqueros

El conflicto mapuche parece un guión de una película de indios y vaqueros, apunta Cayuqueo: “Indios atacando a blancos y blancos disparando a indios”.

“Me gustaría que el guión fuera el mismo que el de una película de los 70 u 80 que trate sobre los derechos civiles de los afroamericanos de EEUU; me gustaría que el tema mapuche estuviera asociado a derechos humanos, civiles y culturales y no tanto a los balazos entre indios y cowboys”

A. Vallés


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