Este blog también es un blog de actualidad, y la actualidad hace imposible que continúe con LA CRISIS DE OCCIDENTE, pero me comprometo a continuar con la serie en estos días.
He acusado a los católicos de muchas cosas, de hecho no voy a enumerarlas, pero puedo decir que los he acusado de todo excepto de una sola cosa: de ser kitsch. Las catedrales de mi país – que son más bien humildes, comparadas con los grandes monumentos góticos de Europa –siempre han sido museos de un misticismo incuestionable desde un punto de vista estético… sin embargo, los católicos han caído por fin en el pecado de ser kitsch.
Una estatua de bronce de 13 metros de Juan Pablo II será colocada enfrente a la Facultad de Derecho de la laica UNIVERSIDAD DE CHILE –mi alma mater –en un inarmónico desafío al buen gusto de los creyentes y los laicos y que será una invitación a la profanación por parte de los millones de chilenos a quienes no nos gusta la Iglesia Católica, entre quienes hay algunos jóvenes que carecen de la moderación debido a su adolescente proceso hormonal.
Me imagino la leyenda dios ha muerto junto a muchos otros eslóganes de los que harán gala los artistas del grafiti, así como también de los cientos de pentagramas invertidos que decorarán la base de la estatua. Somos muchas las personas disconformes con el statu quo y muchas las personas que ven en la iglesia a un agente del mismo y que están convencidas de que dios –de haberlo –no es católico. Me imagino a los prelados poniendo el grito en el cielo ante la cantidad de profanaciones y que no se dan cuenta de que esa estatua es una provocación en contra de muchísima gente que piensa distinto y que no ve a la Iglesia con buenos ojos.
En fin… que pongan su pizarra gigantesca para las profanaciones, no podrán quejarse y deberán poner la otra mejilla, especialmente porque el primer golpe lo están dando los católicos, al apropiarse de un espacio público que pertenece a todos los chilenos y no sólo a los chilenos católicos. Tal vez ahora tengan su primera lección de democracia y la credibilidad de la Iglesia disminuya aún más.
LA IGLESIA SIMPLEMENTE NO ES LA DUEÑA DE LA VERDAD NI DE DIOS… ahora por fin se darán cuenta de ello.