La riqueza financiera neta de las familias españolas marcó en junio un récord histórico y se elevó a 1,111 billones de euros, tanto por la reducción del endeudamiento de los hogares como por la caída del crédito,que sigue sin fluir.
Aunque, según los datos publicados este miércoles por el Banco de España, en términos absolutos el ahorro de las familias —la diferencia entre los ahorros y los préstamos concedidos— ha alcanzado la cifra más elevada desde que existen registros, en diciembre de 1980, lo cierto es que el dato obedece a la mayor propensión al ahorro, al descenso en los gastos y a una escasa fluidez de crédito.
Esta tendencia, que se inició en 2010, responde según los expertos a la crisis económica y financiera que se inició en 2007, que ha impactado con fuerza en la mentalidad de los particulares. {destacado-1}
Estos muestran ahora una mayor propensión al ahorro que en años anteriores, de ciclo económico expansivo; menos gastos y menos peticiones de créditos al consumo se suman a la escasa disposición de las entidades financieras a conceder créditos.
En un año, la riqueza de los hogares españoles ha crecido un 31%; al concluir 2013, este indicador superó, por primera vez desde 2006, el billón de euros.
Los activos financieros de los hogares españoles -dinero en efectivo, acciones, depósitos y valores en renta- se elevaban entre enero y junio de este año hasta 1,946 billones de euros, en tanto que los pasivos, o deudas acumuladas por las familias alcanzaron los 835.706 millones de euros.
La mayor parte de la riqueza financiera de las familias corresponde a efectivo y depósitos, 862.160 millones de euros; esta cantidad prácticamente iguala la de hace un año, en el primer semestre de 2013 (863.034).
En acciones y otro tipo de participaciones, los españoles conservaban 680.199 millones de euros.
Por lo que respecta al pasivo, o las deudas que acumulan los españoles con las entidades financieras, al cierre de junio se habían reducido hasta 835.706 millones de euros, su nivel más bajo desde septiembre de 2006 y un 5% por debajo de las que acumulaban hace un año.
Los préstamos a largo plazo representaban el 88,7% del total con 741.500 millones de euros, en tanto que a corto plazo el volumen alcanzado era de 33.745 millones de euros.