El negocio del ébola: A quién benefician las escalofriantes cifras

Los contagios por el virus del Ébola podrían llegar a los 10.000 afectados en diciembre.

Es la estimación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que ofrecía así, un escenario sin paliativos.

Los casos de España y EE.UU. han revitalizado un estado de alarma social que solo otras epidemias como la gripe aviar o la crisis de las ‘vacas locas’ habían alcanzado.

Ante la amenaza global, las autoridades de los países fuera del continente africano optaron en un principio por un discurso tranquilizador unánime.

«Yo lo que quiero decir es el mensaje que tengo que transmitir a los españoles, hoy este problema está encauzado», afirmó el presidente del Gobierno español Mariano Rajoy.

En EE.UU., Thomas Frieden, el director del Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC), afirmó que la situación está fuera de peligro. Pero poco después cambió drásticamente su discurso.

«Desafortunadamente es probable que en los próximos días aparezcan más casos de ébola. Ello se debe a que los trabajadores sanitarios que cuidaron al individuo afectado podrían haber cometido el mismo error que habría cometido ya respecto la persona cuya prueba preliminar ha dado positivo», dijo.

Los casos en Texas y la advertencia de la comunidad científica sobre la probable mutación del virus tras los contagios en organismos humanos, hacen que el futuro del brote de ébola sea impredecible.

La OMS confirma que estamos ante la peor epidemia en la historia del ébola: las cifras revelan la masacre que este virus provoca en África Occidental, amenazando a todo el mundo.

Hablamos de miles, más de 9.000 casos entre confirmados probables y sospechosos y unas 5.000 muertes, son números tras los que se esconden vidas humanas.

Negocio

Pero el virus del Ébola no entiende de cifras, sin embargo, y desafortunadamente, su remedio sí que entiende y depende incluso de ellas, en este caso de cifras económicas.

Es que aunque suene raro, la cura del ébola cotiza en la bolsa. Las empresas farmacéuticas, que son las principales impulsoras de la investigación para el remedio, están expuestas a las leyes del mercado.

De hecho, la reaparición del virus ha aupado los beneficios de algunas de ellas. Los probables 10.000 contagios para diciembre próximo son un empujón para la industria.

«Estos son los números que las compañías como Johnson & Johnson, cuando los ven, les dan alegría, porque saben que ahí es donde está el dinero y puede hacer tratamientos y vacunas que personas en nuestros países más avanzados tienen el dinero para comprar día a día», expresó Yari Osorio, activista de la Coalición ANSWER.

La empresa Tekmira desarrolla una de las tres principales alternativas de curación. Su crecimiento en bolsa es de un 200% desde julio.

Además recibió 140 millones de dólares de subvención del Gobierno estadounidense, en concreto del Departamento de Defensa. La investigación del ébola depende en EE.UU. de los servicios de seguridad vinculados al Ejército.

Así, el desarrollo científico queda enmarcado entre vaivenes económicos e intereses militares.

«La historia de este y otros países está ahí, usar agentes bacteriológicos, usar la salud pública, para hacer dinero, usar estas cosas para conquistar nuevos mercados hasta para hacer la guerra. El ébola no necesita más exageración, es algo muy grave y necesitan actuar ahora mismo. Si tienen algún tipo de moral», dijo Osorio.

Sin embargo, más allá de la naturaleza e intereses que afectan a los remedios del virus, en la actualidad, el único tratamiento posible existente consiste en mantener vivos a los contagiados el mayor tiempo posible.

Algo que dadas las condiciones sanitarias que padecen en los países del África Occidental, nos vuelve a recordar que hay dos mundos y dos maneras de afrontar la enfermedad.

RT