México figura entre los cinco países con mayor diversidad en el mundo por la cantidad de ecosistemas que habitan su paisaje, pero la aceleración demográfica y el mal manejo de los recursos naturales han provocado que perdiera, según el INEGI, el 34.86% de sus bosques y selvas en 20 años.
La deforestación es uno de los hábitos más lacerantes en este país, efectuada constantemente por la tala clandestina, pero también por el cambio de uso de suelo en algunas Áreas Naturales Protegidas que puede permitirse, según el caso, por distintos niveles de gobierno. En 1990 según el INEGI México estaba poblado en un 52% de su territorio con bosques y selvas y en 2011, 20 años después, fue apenas un 18%.
En total 353 mil 173 kilómetros cuadrados (km2) que equivalen a los estados de Chihuahua (247 mil 87 km2), Oaxaca (95 mil 364 km2), Aguascalientes (5 mil 589 km2) y Colima (5 mil 455 km2) fueron perdidos en bosques y selvas. Estas cifras se publicaron en el pasado día Mundial del Hábitat que fue decretado por la ONU para celebrarse cada lunes primero de octubre.
Aunque las cifras son desoladoras se puntualizó que México aún figura entre los cinco países con mayor diversidad y se recalcó, por ejemplo, que alberga 46 especies endémicas de 111 de las especies de pinos existentes y posee 25 mil especies distintas de flores. Hoy México tienen numerosos enemigos de sus bosques y selvas: uno de los problemas principales según el Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sostenible (CCMSS) es la sobrerregulación aplicada por la Semarnat y la Profepa a los productores forestales. Esta última ha frenado al manejo sustentable de los bosques como estrategia para detener la deforestación y evitar cambios en el uso del suelo. También el crimen organizado ha traficado en los últimos años con los recursos forestales.
Fuente: Ecoosfera