La sede de esta iniciativa artística es el Barrio Ejército de los Andes, más conocido como Fuerte Apache, nombre que le puso el periodista José de Zer en medio de un tiroteo, generando una idea de terror y caos que recién ahora, gracias al esfuerzo de su propia gente, está empezando a cambiar.
En este complejo residencial que se encuentra en la zona oeste del Gran Buenos Aires se está llevando a cabo Museo a Cielo Abierto, una propuesta que intenta poblar la zona de murales, a partir de la idea de varios estudiantes del secundario que quieren decir lo que viven a través del arte.
Una de las impulsoras del proyecto, Carolina De Tommaso, directora provincial del Ministerio de Gobierno bonaerense, explicó a Télam: «Venimos trabajando hace tiempo en el barrio; hicimos varios trabajos de recuperación de edificios públicos y ahí fue cuando empezamos a ponernos en contacto con las problemáticas de la gente».
«Fuimos laburando en forma conjunta, municipio, provincia y nación, que sigue adelante con el mantenimiento de edificios. A partir de esa experiencia surgió esto de los murales, que tiene que ver con un pedido de los chicos de la escuela secundaria», contó la funcionaria.
Y señaló: «Un espacio clave en todo esto es la biblioteca pública, un lugar de encuentro donde se cruzan distintas actividades: mujeres que se juntan a charlar de sus problemas familiares -hay 150 que están terminando el colegio-, muchas son víctimas de violencia, y acá están contenidas».
Por su parte, Gladys Pérez Ferrando, otra funcionaria responsable del proyecto, afirmó que «el tema importante es el barrio y su gente. Lo que ellos quieren es desmitificar esta imagen violenta que se tiene de su lugar».
«Es un trabajo importantísimo de inclusión que venimos desarrollando. La idea es acompañarlos desde el Estado, junto con el municipio, para encontrar ese camino de mejoramiento y calidad de vida», agregó.
«En los murales se expresa una identidad comunitaria que no sólo son los sueños y las esperanzas, sino también todo aquello que tienen guardado, como el dolor. En los murales podés ver una crítica a la violencia, las armas, la droga, es lo que ellos quieren revertir para tener, en definitiva, un futuro mejor», apuntó.
Uno de los muralistas, Gabriel Quipildor, de Berazategui, contó que el trabajo tiene que ver con «la reivindicación y el cambio de estética de Fuerte Apache, un lugar estigmatizado y golpeado por los medios; la idea es hacer murales a cielo abierto, preservando la buena identidad del lugar».
«La verdad que no conocía el lugar y, antes de venir, tenía el prejuicio de no saber en dónde me iba a meter, pero después, reflexionando, me di cuenta de que es un lugar más donde pintar, trabajar y tratar de que sea mejor para todos», expresó.
Cristian Cardozo, artista y vecino, remarcó su intención de «darle otra mirada al barrio, para todos los que dicen que acá somos todos chorros, que vengan a ver lo que es este lugar de verdad. Esto es para que todos los que nos llaman indios se den cuenta de lo que estamos haciendo. Somos el barrio Ejército de los Andes, mal llamado Fuerte Apache».
«Por eso hicimos el mural que dice ‘Fuerte Apache’ y le pusimos ‘Suerte Apache’, es un juego de palabras. Somos indios a nuestra manera. Es importante que los medios vengan a ver estas cosas y no sólo cuando hay muertes. Hay mucha gente buena que está haciendo cosas buenas y eso también hay que contarlo», remarcó Cardozo.
Entre los participantes del proyecto, que finalizará mañana en el barrio pero dejará su huella en sus paredes y edificios, figuran el Colectivo MDH y el Colectivo Cuatro Sangres (Perú); Tío bale, Guido y Sofrenia de la guardia (Chile); Pasto Verde (Uruguay) y Red Sudakas y Colectivo Carpani (Argentina).