Los científicos descubrieron que tanto los vegetarianos como los veganos tenían un recuento de espermatozoides más bajo que los que consumían carne. En promedio, los vegetarianos mostraban un total de 50 millones de espermatozoides por mililitro, mientras que los omnívoros poseían 70 millones de espermatozoides por mililitro, una diferencia para nada despreciable.
Además, la motilidad de los espermatozoides de los vegetarianos también esta afectada.Uno de cada tres espermatozoides de personas vegetarianas eran activos, lo que contrasta bastante si lo comparamos con el cerca del 60% de los espermatozoides de las personas que incluían carne en su dieta.
Por tanto, no solo estaba alterado la cantidad de los espermatozoides, sino también su calidad, pues muchos no eran capaz de moverse correctamente y de realizar su principal función: fecundar el óvulo.
El déficit de vitaminas y la soja pueden ser los responsables
Los científicos creen que son dos las principales causas que explican está alteración en el semen de los vegetarianos:
- Por un lado, puede ser debido a un déficit de vitaminas.
- Por el otro, el consumo de soja puede cumplir un papel importante.
Este último factor está cobrando cada vez más fuerza porque la soja contiene fitoestrógenos que tienen propiedades similares a los estrógenos, hormonas con un rol relevante en la función sexual de las mujeres, de ahí que los científicos piensen que a través de esa vía los fitoestrógenos disminuyan la fertilidad de los hombres.
“La teoría que hemos elaborado es que los vegetarianos reemplazan la carne por soja, que contiene fitoestrógenos y podrían estar afectando la fertilidad. Para los niños que han crecido con ese tipo de dietas puede haber repercutido en la calidad del esperma desde la pubertad”, explica la obstetra Eliza Orzylowska.
En cuanto a las parejas que están intentando tener un niño, la doctora Orzylowska añade lo siguiente:
“Es difícil decirle a la gente que no sean vegetarianos si están tratando de concebir, pero me gustaría advertir contra el uso de la soja, por lo menos durante 74 días de antelación, que es el tiempo para que los espermatozoides sean reemplazados”