Un trámite que podría ser muy sencillo pero que lamentablemente algunos obstáculos que quedan parecen ser completamente una cuestión emocional. El canciller iraní Mohamad Yavad Zarif, asegura que Occidente tiene cierta obsesión con imponerle sanciones, porque los argumentos ya se acabaron, las razones se expusieron pero ciertas trabas navegan en la sinrazón.
Las potencias piensan que gracias a las sanciones Irán ha aceptado negociar, pero Irán responde que no, que es su voluntad de que el diálogo se imponga sobre la ignorancia, pues si las sanciones hubieran tenido efecto sería imposible que hoy los iraníes posean miles de centrifugadoras nucleares de construcción propia, cuando antes de ser sancionados sólo contaban con 200.
Los iraníes han abierto sus puertas y han demostrado que no construyen bomba nuclear alguna, y que sólo quieren energía limpia. No obstante, ceder tiene sus límites. El Presidente de Irán Hasan Rohani, ha dicho que tampoco se agacharán a los caprichos.