Hoy en el diario La Tercera ha salido una entrevista en la que, la ex candidata presidencial de la UDI, Evelyn Matthei, ha disparado -como el personaje de Sam, en Bugs Bunny- contra todos. Y ha dedicado especial atención y saña al poder judicial y a la mismísima presidenta.
Dentro de sus alegatos está el que el poder judicial está apuntando en contra de la derecha, específicamente por el Caso Penta y por lo sucedido con el ex alcalde de la comuna de Providencia, Cristián Labbé.
Respecto de los procedimientos que se han llevado a cabo en el marco del Caso Penta, saca a colación el allanamiento de la casa de Andrés Velasco. Dice que al principio le dio mucha risa y que luego le dio mucha rabia. Y que le merecen dudas el allanamiento por unas boletas. El periodista le indica que los allanamientos en los procesos judiciales son normales y esta señora le dice que no. Así de simple. Y agrega: “No, no son normales. Nunca en la vida judicial de Chile, nunca, jamás, se ha hecho una pesquisa así. Búsquelo en los 200 años de nuestra historia. No va a encontrar ni un solo caso, ni con esa premura ni con el allanamiento de una casa por una boleta.”
O sea, no son normales los allanamientos y menos con esa premura. Es para la risa.
El procedimiento no se realizó por una boleta de almacén por tres mil pesos. Estamos hablando de millones. Y ya que la justicia está actuando con prontitud para esclarecer el caso, más encima alega.
Demás está decir que los allanamientos en las poblaciones son cotidianos y que no se realizan con la solemnidad y la diplomacia que se realizaron en la casa de Velasco, y en las oficinas de Laurence Golborne.
Respecto de esto, más encima acusa directamente al juez de querer destruir a Andrés Velasco.
Y frente a la pregunta: ¿usted no ve ninguna irregularidad en el financiamiento de Penta a varias campañas políticas? no realiza ninguna afirmación respecto de que su partido está metido hasta el cuello sino que comienza a cuestionar los aportes recibidos por la campaña presidencial de Bachelet.
Cuando se le pregunta por los aportes reservados, dice, sin ningún empacho, que “tienen todo el derecho de existir porque a una empresa no le es indiferente cuáles son las normas que hay para un país. No veo por qué hay que eliminarlos. Creo que lo que hay que eliminar son los aportes anónimos. Esos son los peligrosos, porque ahí pueden venir platas del narcotráfico. Puede venir cualquier tipo de platas, y nadie sabe de dónde vienen. En los aportes anónimos podemos tener plata de la mafia, del extranjero, platas negras, cualquier mugre.”
Es preocupante, por decir lo menos, que esta señora encuentre bueno que las empresas tengan influencia en la forma en la que se legisla en un país. En el caso particular de Chile, por ejemplo, el hecho de que las AFP financien campañas políticas, lleva a que se impidan reformas para que estas empresas, que han perdido el dinero de miles de chilenos de manera escandalosa, tengan toda la libertad para seguir haciéndolo. Las AFP han sido un asalto a mano armada y lo van a seguir haciendo mientras existan políticos que se opongan a reformas constitucionales que puedan frenar de una buena vez, este sistema abusivo. Lo mismo sucede con las Universidades, que han lucrado con algo que es un derecho. Lo mismo sucede con las farmacias, que han hecho que el sistema de salud sea un privilegio para los que tienen dinero y los que no, estén condenados a la enfermedad y la muerte.
Ya tenemos encima el problema enorme de la Ley Longueira (ley de pesca, aprobada en el gobierno de Piñera) que tiene a los pescadores artesanales en la miseria y a nuestros recursos pesqueros explotados. Es grave que uno de los países con más costa, como lo es Chile, es el país en donde comer pescado es ridículo por lo caro. Y justamente son las empresas pesqueras las que participaron como financistas de los políticos que aprobaron dicha ley. ¿De qué estamos hablando, señora Matthei?
Lo que ha venido pasando en Chile es la peor de todas las mafias, enquistadas gracias a la dictadura, también con platas del extranjero y platas negras; y al sistema neoliberal feroz, implantado a sangre y lágrimas de la gente trabajadora. Acá no se le preguntó a nadie si queríamos esto para Chile y al que dijera pío, se le asesinaba y muchos de los que participaron de esos crímenes están transitando, hasta el día de hoy, de manera tranquila y acomodada. ¿Le parece escandaloso un allanamiento?
Yo me preocuparía mucho más de, por ejemplo, ciertos personajes que no se cansan de participar de los escándalos del país, que van desde la muerte de Tucapel Jiménez, pasando por Colonia Dignidad y por el caso Spiniak y que, también están en el Caso Penta y que han librado impunemente de todos esos eventos. Y también son de su partido.