Irán y Rusia están ampliando sus lazos más que nunca debido a las similitudes que están creciendo día a día. Más allá de la cooperación de ambos países en el ámbito de la tecnología nuclear, Irán y Rusia tienen muchos otros puntos en común, sobre todo cuando se trata de su visión sobre Occidente, y, en particular, sobre Estados Unidos.
Rusia e Irán presentaron un proyecto que puede enojar mucho a Occidente: una banca entre Irán y Rusia. Un banco que permita hacer transacciones sin tocar los cables, ni los intereses del comercio imperialista.
La pregunta es, ¿Cómo estos dos podrían frenar la injerencia estadounidense? Primero, el poder energético y las estrategias de hidrocarburos. Irán y Rusia tienen prácticamente en sus manos el gas del mundo. Su unión significará todo el gas que necesita el planeta. A esto sumamos el poder petrolero iraní. Con todo ello, las inteligencias de ambos países ya comenzaron a trabajar para poner en un futuro un ‘Stop’. Arabia Saudí ha mal visto este ángulo. Sus planes de subir y bajar el petróleo para atacar la producción no serían tan eficaces.