Se ha discutido en las últimas semanas el famoso 10% de la ley reservada del cobre destinado a las fuerzas armadas. Aquella disposición, que data de 1958, ha entrado en un debate que amenaza con su eliminación y todos quieren, con justa razón, cuidar los dineros que son de todos los chilenos.
Por eso parece sensato discutir la histórica norma, más si se considera que en el 2004 ya la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) había calificado como “altamente inapropiado” el presupuesto militar en torno a las finanzas públicas. Aunque hay un problema mayor que ese, y que debiese tener una profundización aún más grande en el debate público.
Desde el Ministerio de Hacienda y del Consejo Superior de la Defensa Nacional (Consudena) se controlan las platas de la famosa ley reservada del cobre. Esos dineros son puestos en el mercado para regirse al ritmo de la banca, circulando como cualquier peso de privado bajo las reglas de la bolsa bursátil. Lo preocupante, en todo caso, excede de esta arista.
Son 4 bancos los que concentran los dineros del cobre (y que son todos los chilenos). BCI, Santander, BBVA y Banco de Chile, tienen en sus cuentas cerca de 2 mil millones de dólares que pertenecen al estado de Chile. Hacienda los puso ahí como instrumento de resguardo e inversión. El problema, es que con esa misma estos mismos Bancos entregan créditos a los ciudadanos y con tasas de interés que no coinciden con las impuestas por el Banco Central.
Para ser más claros. El gobierno deposita el dinero de todos los chilenos en los bancos, para que después estos mismos bancos se la pasen a los chilenos con tasas 10 veces más altas de lo que ellos pagan por captación. Y hasta ahora, desde Hacienda mantienen el silencio. Una actitud impresentable y que cuestiona el manejo del llamado sueldo de Chile.
Ya hace unas semanas, el diputado Gabriel Silber anunció que no descartan llamar a declarar al ministro Andrés Velasco por dicha situación, aunque hasta estos días no se ha concretado nada.
Por su parte, los bancos siguen mandando las tasas de interés, obviando la regulación del Banco Central y manejando el mercado a su antojo, haciendo usura con los sueños crediticios de los chilenos para una vivienda (por ejemplo), negándole los préstamos o simplemente brindarles el crédito pero con tasas descomunales. Más encima, ya hace tiempo que están bajo la lupa. Se les acusa de colusión, anticompetencia, y concentración de mercado.
Entonces cabe preguntarse ¿por qué?. Algunos proponen que esto requiere de una tranca inmediata, y traspasar todos esos fondos a BancoEstado, para tener más acceso a la regulación al manejo de esos dineros. Aunque ya se sabe que el rol social de BancoEstado desapareció hace rato.
Lo concreto, es que hay dinero chileno que se les pasa a los chilenos, con intereses ridículos. Todo lo que hace un gobierno, es a la larga una decisión política, y esta decisión de la Consudena de depositar en la banca privada los fondos de la ley reservada del cobre, también habla de las estrategias que en materia de política económica el gobierno ha venido realizando. Y esto, evidentemente, no tiene nada de positivo para la ciudadanía. La persona natural y las PYMES son ‘estafados’ por esta estúpida ‘inversión’, lo que afecta directamente a lo que ellos mismos denominan como crecimiento económico.
¿Pero el Estado?, bien gracias. Por el momento están ocupados en hacerle la campaña presidencial a Eduardo Frei.
Por Julio Sánchez Agurto
Director Periódico La Diagonal