Con el 99,6 % de los votos escrutados, el FA obtuvo un 47,8 % de los sufragios, lo que le otorga 50 diputados de los 99 que tiene la cámara baja, los mismos que hasta ahora.
En el Senado tendrá 15 de los 30 legisladores, un empate que se romperá si el próximo 30 de noviembre el candidato presidencial del FA, Tabaré Vázquez, gana en la segunda vuelta electoral, lo que garantizaría que su compañero de fórmula, el candidato a vicepresidente Raúl Séndic, entre en la cámara con voz y voto.
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Estos resultados aún no son oficiales, ya que resta por contabilizar un pequeño número de votos y unos 30.000 sufragios «observados», aquellos emitidos por el personal encargado de las mesas electorales y la custodia de las urnas durante la jornada de votación.
«Este escrutinio es primario y provisorio. Ahora resta analizar los recursos que se hayan presentado y los votos ‘observados’. (…) Una vez hecho esto la Corte proclamará oficialmente los resultados. Con los datos que hay ahora sobre la mesa no se hace evaluación oficial», advirtieron a Efe desde la Corte Electoral.
Sin embargo, «extraoficialmente, sí se puede afirmar que es cierto que el FA obtendrá la mayoría», añadieron.
Así, salvo que una gran «anomalía» modifique estas cifras, el FA se hizo con su tercera mayoría legislativa consecutiva, una circunstancia que deja a Vázquez en una situación inmejorable, tanto anímica como políticamente, para competir por la presidencia.
Vázquez tendrá que disputar el balotaje con el candidato del Partido Nacional (PN), Luis Lacalle Pou, al no haber alcanzado el 50 % más uno de los votos necesarios para proclamarse vencedor en la primera ronda.
En un principio, durante toda la campaña electoral las perspectivas de Vázquez eran complicadas, ya que las encuestas le otorgaban a lo sumo el 46 % de los votos antes de la noche electoral, mientras que sus rivales de los partidos «tradicionales», el PN y el Partido Colorado (PC) llegaban a superar en conjunto el 50 %.
Así, de llegar a una segunda vuelta, esos dos partidos, que ya se aliaron en el pasado, podrían arrebatarle la presidencia a Vázquez, que ya gobernó Uruguay entre 2005 y 2010.
Sin embargo, la votación del domingo dibujó un panorama bien distinto.
Primero fueron las encuestas a pie de urna y los primeros votos escrutados los que reflejaron que el FA había obtenido una votación mejor de lo previsto, si bien aún lejos de la mayoría absoluta. Eso llevó a los candidatos a salir a reconocer unos resultados en donde a todos se les hacía evidente la necesidad de obtener aliados tanto para ganar el balotaje presidencial como para gobernar el Parlamento.
Finalmente, los 1.108.527 votos que recibió el FA este domingo fueron incluso más que los 1.105.262 que sumó el hoy presidente José Mujica en la primera vuelta de las elecciones de 2009.
En segundo lugar quedó el PN de Lacalle Pou, con 716.527 votos, un 30,9 % del total, lo suficiente para garantizarse 32 diputados (dos más que ahora) y diez senadores (uno más).
Pese a subir en votos y escaños respecto a las elecciones de 2009, los nacionalistas esperaban mejores resultados, pues las encuestas les daban hasta un 33 % de los votos.
El Partido Colorado, que ha sufrido el mayor varapalo de estas elecciones, cosechó tan solo un 12,9% de los votos, muy por debajo del 17 % que los dirigidos por Pedro Bordaberry se llevaron en 2009.
Así, los colorados pasarán de 14 a 13 diputados y de 5 a 4 senadores con 299.062 sufragios.
La alegría, por el contrario, llegó al Partido Independiente que con el 3,1 % de los votos, sumó una banca en la Cámara de Representantes a las dos que ya tenía y logró entrar en el Senado. Este resultado ubicaba al partido de orígenes democristianos de izquierda como «bisagra» parlamentaria en caso de que el FA no hubiera obtenido la mayoría, algo para lo que ya no van a ser necesarios.
Una novedad en esta elección es la entrada a la Cámara de Representantes del partido radical de izquierdas Asamblea Popular, que con 24.749 votos, un 1,1 %, tendrá un escaño.
Fuente: rebelion.org