El acto de protesta se inició con la congregación de más de 300 personas en la plaza Stalingrad, en el noreste de la capital, París, donde estaba acordonada y fuertemente protegida por centenares de policías antidisturbios. Los asistentes portaban pancartas en las que se leía: “La policía mata. Nosotros tomamos la calle”, y condenaron la mano dura de los agentes que en los últimos días se ha saldado con varios heridos y decenas de detenidos.
La marcha transcurría con tranquilidad hasta que un grupo de antidisturbios irrumpió en el lugar y arrestó a más de 50 manifestantes, acusándolos de portar materiales inflamables y explosivos. Las protestas violentas llevadas a cabo el sábado en varias ciudades francesas en repudio a la brutalidad policial dejaron un saldo de seis heridos y decenas de detenidos.
Remi Fraisse, un estudiante ambientalista de 21 años de edad, murió el pasado domingo en una manifestación en rechazo a la construcción de la presa de Sivens, en el sur del país europeo. El primer ministro francés, Manuel Valls, condenó este sábado las protestas y las calificó como “un insulto a la memoria [de Fraisse]”, hecho que ha aumentado el rechazo de los manifestantes al Gobierno.
El deceso de Fraisse marca la primera muerte de una persona en manifestaciones en territorio francés en 28 años. Como resultado de este incidente, el Gobierno francés decidió suspender temporalmente la construcción de la presa Sivens.
Fuente: HispanTV