John Abarr, un miembro del Ku Klux Klan de la ciudad de Great Falls, estado de Montana, ha anunciado que la organización ha renunciado a sus políticas de supremacía blanca para atraer más diversidad racial al grupo, informa ‘The Washigton Times‘.
«Lo que el Ku Klux Klan quiere es una América fuerte. La supremacía blanca es el Klan viejo. Este es el nuevo Klan».
Abarr, que el año pasado organizó una cumbre en Caspar en la que participaron miembros de la Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Color (NAASP), asegura que su opinión acerca de la raza ha cambiado en los últimos años hasta el punto en el que abandonaría el grupo con el fin de formar un frente más unificado para luchar por EE.UU.
El nuevo Klan no va a centrarse en la raza, sino más bien en controlar al Gobierno federal y evitar que en el Congreso de EE.UU. se establezca un «nuevo orden mundial» bajo una fuerza unificada.
No obstante, no todos creen que Abarr haya cambiado tanto como dice. «Si John Abarr realmente hubiera cambiado, podría abandonar la etiqueta del Ku Klux Klan», afirma Rachel Carroll-Rivas, del Centro de Derechos Humanos de Montana. «Saben que sus creencias no son populares, así que intentar aparentar ser más moderados. Creo que es solo una farsa. Nuestra misión para los últimos 24 años ha consistido en arrojar luz sobre el odio».