Corriente Popular de Educación: Una movilización para instalar los problemas de fondo

Este miércoles se inició una nueva paralización docente convocada por el Colegio de Profesores. El motivo, la “Agenda Corta”. Cinco puntos base, cinco puntos mínimos. Bono de incentivo al retiro, titularidad para los maestros a contrata, fin al agobio laboral, descongelamiento del Ingreso Mínimo Docente y pago de la Deuda Histórica. La semana recién pasada miles salieron a las calles en el país y no hubo ninguna respuesta. Ninguna.

 Hoy nuestro discurso se sintetiza en cinco puntos, sin embargo da cuenta de demandas históricas por mejorar nuestras condiciones de trabajo y por avanzar en la construcción de una nueva educación.

Esta movilización se da en un contexto particular. El debate por la Reforma Educativa exige que como trabajadores de la educación seamos capaces de instalar nuestras propuestas.Cuando hoy los sostenedores de los colegios Particulares Subvencionados avanzan decididamente en una vertiginosa campaña del terror y la Nueva Mayoría da señales claras de la orientación neoliberal de su propuesta,debemos colocar nuestra demandas con fuerza en la calle, en el debate nacional y por sobre todo, en nuestras escuelas. Desde cada escuela y liceo, buscando la mejor manera para organizarnos, tenemos que consolidar una propuesta transformadora, que elimine las lógicas de competencia, la supremacía de la técnica por sobre la creatividad, que permita avanzar en otorgarle sentido a nuestras prácticas. Hoy la política pública en educación, avanza, la Reforma Educacional y la discusión sobre Carrera Profesional Docente, nos obliga a tener una postura clara que ponga freno a propuestas que finalmente consolidan las lógicas de competencia entre escuelas.

En el actual contexto, tenemos la responsabilidad de instalar nuevas miradas y prácticas, que apunten a romper con las lógicas cotidianas que nos ha impuesta la Escuela Neoliberal. La solidaridad, el trabajo colectivo y creativo es el que debe romper con el individualismo y el desgano que hoy reina en nuestros lugares de trabajo. Exigir aspectos mínimos de dignidad docente, como los que contiene la agenda corta, debe ser parte de una perspectiva mayor, que tenga como eje la construcción de proyectos educativos generados por las propias comunidades en su conjunto, que re signifiquen el rol de la escuela y la hagan pertinente a su contexto.

Por ello, necesitamos reivindicaciones comunes que permitan la real unidad y no petitorios que convocan sólo a algunos sectores de docentes.Tenemos que consolidar nuestra fuerza para sumar a los miles que hoy no pueden parar ni expresarse a pesar de convivir día a día con la mayor precarización del sistema educativo. La necesidad y el desafío es avanzar en nuevos espacios de organización de los trabajadores de la educación que agrupen a todos quienes conviven en las escuelas, colegios y liceos del país, más allá de la dependencia administrativa. Sólo la unidad nos permitirá avanzar en la obtención de mejores condiciones de trabajo y en la construcción de un proyecto educativo que responda a las grandes mayorías del país.

Por CORRIENTE POPULAR DE EDUCACIÓN