Los efectos en el cerebro del uso crónico de marihuana pueden depender de la edad de inicio del consumo y la duración de su uso, de acuerdo a los investigadores del instituto “Centre for BrainHealth” en la Universidad de Texas en los EEUU.
En un artículo publicado el lunes en Procedimientos de la Academia Nacional de Ciencias (PNAS), los investigadores por primera vez describen exhaustivamente las anomalías existentes en la función y la estructura del cerebro de los consumidores de marihuana a largo plazo con técnicas de múltiples imágenes de resonancia magnética (IRM).
Los resultados muestran que los consumidores crónicos de marihuana tienen menor volumen cerebral en la corteza orbitofrontal (COF), una parte del cerebro comúnmente asociada a la adicción y la capacidad de tomar decisiones. Los resultados muestran que los consumidores también tienen un aumento de la conectividad cerebral.
El equipo de investigación estudió a 48 consumidores adultos de marihuana y 62 personas no consumidores de la misma edad y género. Los autores controlaron a las personas el consumo de tabaco y alcohol.
En promedio, los consumidores de marihuana que participaron en el estudio consumían el fármaco tres veces al día.
Las pruebas cognitivas muestran que los consumidores crónicos de marihuana tenían un menor coeficiente intelectual en comparación a los controles emparejados por sexo y edad, pero que las diferencias no parecen estar relacionadas con las anomalías en el cerebro.
No se puede trazar ninguna correlación directa entre los déficit de coeficiente intelectual y la dismunución del volumen de la COF.
«Lo que es único acerca de este trabajo es que combina tres técnicas de resonancia magnética diferentes para evaluar las distintas características del cerebro,» dijo el Dr. Sina Aslan profesor adjunto en la Universidad de Texas.
Las pruebas revelan que el inicio temprano del uso regular de la marihuana induce a una mayor conectividad estructural y funcional. Los aumentos más grandes en la conectividad aparecen cuando un individuo comienza a usar marihuana. Los resultados muestran que la gravedad del consumo está directamente correlacionada con una mayor conectividad.
«Los resultados sugieren incrementos en la conectividad, tanto estructurales como funcionales, que se pueden compensar con pérdidas de materia gris. Con el tiempo, sin embargo, la conectividad estructural del cerebro comienza a degradarse con el uso prolongado de la marihuana,» declaró Sina Aslan.
Según los autores, el estudio ofrece evidencia que el uso crónico de marihuana inicia un proceso complejo que permite a las neuronas adaptarse y compensar el volumen de materia gris más pequeña, pero se necesitan más estudios para determinar si estos cambios revierten a la normalidad con el uso de marihuana discontinuada.
Fuente: ScienceDaily