El gobernador de Arauco, Humberto Toro, señaló hoy, al respecto de sus dichos el pasado sábado, cuando acusó al pueblo mapuche de acometer una «emboscada» contra carabineros, que actuó «de buena fe y con la interpretación de los hechos».
Toro se justificó afirmando que la información de la que disponía la recibió de carabineros y señaló querer aclarar que » nunca he señalado nada vinculado a comunidades o al pueblo mapuche en ningún hecho de violencia de la provincia de Arauco.»
Sin embargo, tanto las declaraciones vertidas en un primer momento por Toro – que fueron respaldadas por el Gobierno- como por Mario López, coronel de carabineros, apuntaban directamente a un «atentado terrorista»;
Mientras López señaló que «Fueron atacados y emboscados vilmente, amparados en la oscuridad de la noche, bajo el follaje de los árboles», el Gobernador adujo que «Es un hecho lamentable y grave, no había ocurrido en Arauco un hecho como este, como de manera traicionera, llamando a carabineros para acudir como lo hace siempre ante un llamado de la ciudadanía y hacerle una embosca; asesinar prácticamente a mansalva (…) Desde el Gobierno lo que vamos a hacer es que los vamos a perseguir, los vamos a encontrar, los vamos a enjuiciar y los vamos a encarcelar, porque estos son solo grupos de delincuentes, de maleantes que ocultan tras un simbólico hecho de causa mapuche verdaderas intenciones particulares”.
El respaldo del Gobierno
El subsecretario de Interior, Mahmud Aleuy, dio un espaldarazo al gobernador después de que desde diversos frentes se pidiera su destitución por las acusaciones vertidas, señalando que la hipótesis responde al «ambiente de violencia en Arauco, que es responsabilidad a nuestro juicio de un grupo minoritario».
Aleuy añadió que “todas las personas tienen el legítimo derecho a levantar una hipótesis explicativa sobre de algún hecho, como es que haya muerto un carabinero, se haya provocado un incendio o producido un robo”.
No fue el único
Toro, cuya destitución fue pedida por el Partido Humanista de la región de Bío Bío, quienes señalaron mediante comunicado que “es inaceptable que el Estado chileno sea promotor de la odiosidad hacia el pueblo mapuche, por lo cual urge una señal clara desde el Gobierno para solucionar las históricas demandas mediante el entendimiento y reconocimiento mutuo. Además se debe poner fin a la militarización de zona y a la criminalización de nuestros hermanos y hermanas, pues ese camino sólo ha generado más violencia y dolor entre ambos pueblos”, no fue la única figura política que habló de atentado y apuntó -entre líneas- a la causa mapuche previo a conocerse los hechos reales:
El Mercurio, cómplice
La mañana del sábado, la edición impresa de El Mercurio, previo a conocerse los verdaderos antecendentes del homicio, no dudó en hablar de atentado y «matar» al propio homicida.
Así, publicó en portada, como se puede observar en la imagen, que un carabinero y el parcelero habían fallecido fruto de la emboscada, añadiendo incluso un anexo que condesa los «ataques a policía» ocurridos en la zona.
Cabe recordar que la autoría del asesinato del carabinero Álex Gutiérrez, fue asumida por el propio dueño de la parcela, Domingo Flores, de 72 años, quien, según relató, confundió a los efectivos con un grupo ‘encapuchados’ que habrían entrado esa misma noche a su propiedad: «Cuando llegó carabineros patearon las puertas y no se identificaron, él no sabía que eran carabineros», señaló la cuñada de Flores, Nancy Insunza.
Ayer se realizó la audiencia de detención y Flores será formalizado este martes, luego que la fiscalía solicitara ampliar el plazo de la detención por tres días.
«Es inaceptable que demos pauta para este tipo de amenazas»
Tales fueron las declaraciones del gobernador después de que el pasado mes de octubre fueran encontrados panfletos que amenazaban con gravedad al pueblo mapuche en el sector de Cañete; «No podemos permitir que en un estado de derecho pasen estas cosas. Es inaceptable que demos pauta para que ocurran este tipo de amenazas», señaló entonces.
La inconsecuencia del gobernador con sus dichos queda de manifiesto con la formulación de las hipótesis infundadas tras el incidente del viernes, que fomentan la aversión al pueblo mapuche y ensucian de cara a la opinión pública la lucha digna de un pueblo por recuperar lo que les fue arrebatado.