Una de las principales y más obvias características de esta fruta es su alto contenido de agua, por lo que uno de los beneficios de la sandía es su propiedad de mantenernos hidratados, disminuyendo la retención de líquido debido a su efecto diurético y mejorando la salud de nuestros riñones. Se trata de un excelente depurativo, perfecto para eliminar toxinas del cuerpo y aprovechar algunas vitaminas.
La sandía es rica en antioxidantes, ayudando a prevenir la formación de radicales libres que envejecen nuestras células y son responsables de la aparición de enfermedades como el cáncer. Por tanto el consumo frecuente de esta fruta ayuda a mantener tu piel joven y lozana,por si fuera poco estos mismos antioxidantes ayudan a prevenir enfermedades cardiovasculares y a reducir la inflamación.
La sandía ofrece un importante aporte de magnesio y vitamina B6, dos nutrientes importantes para mantenernos enérgicos a lo largo del día, además de ayudar a mantener los músculos saludables. Por eso se trata de una fruta excelente cuando practicamos actividades físicas extenuantes para nuestros músculos y cuerpo, o durante aquellos días en los que necesitamos estar particularmente más activos.
Debido a su aporte de vitamina C, uno de los beneficios de la sandía es que fortalece nuestro sistema inmune, ayudando a prevenir el contagio de enfermedades. Además cuenta con vitamina A, que beneficia la salud de nuestros ojos, previniendo enfermedades como las cataratas y la degeneración muscular ocular.
No hay duda de que los beneficios de la sandía son muchos, por eso siempre que puedas inclúyela en tu dieta y aprovecha todas las ventajas que te brinda.
Fuente: uncomo.com