La madrugada del sábado, un helicóptero trasladó al expresidente, de 86 años, desde el hospital militar de Maadi a la Academia de Policía en El Cairo, donde se ha celebrado el juicio, informa Al Arabiya.
El expresidente egipcio fue acusado de ordenar disparar contra manifestantes durante la revolución de 2011 y de corrupción. Además de Mubarak, en el proceso estaban implicados sus dos hijos, el ex ministro del Interior de Egipto, Habib al Adli, y seis altos funcionarios de este Ministerio. Los funcionarios acusados, así como los hijos de Mubarak también han sido considerados inocentes de los delitos que se les imputaban.
Se trata del segundo proceso que revisó el caso de Hosni Mubarak, derrocado en una revuelta que puso fin a sus 30 años como presidente de Egipto y en la que murieron 750 personas.
Las familias de las víctimas se reunieron frente a la Academia de Policía en El Cairo antes que de que se conociera el fallo.
El veredicto de Mubarak debía hacerse público el 27 de septiembre, pero el tribunal lo aplazó hasta el 29 de noviembre. La decisión desató disturbios entre la Policía y los centenares de personas que esperaban en la calle para conocer la sentencia.