Según el estudio publicado en la revista ‘Brain‘ por investigadores de la Universidad de Saint Louis, EE.UU., encender un receptor en el cerebro (el receptor A3) y la columna vertebral contrarresta el dolor crónico en roedores, incluyendo los que producen los efectos secundarios de la quimioterapia y el cáncer de huesos.
A diferencia de otros medicamentos utilizados para aliviar el dolor, este nuevo método se basa en el estimulador químico natural del A3, una sustancia llamada ‘adenosina’ que une a los receptores cerebrales en lugar de interferir con los canales en el cerebro.
De acuerdo con los investigadores, al activar el receptor A3, se previene o revierte el dolor que se desarrolla lentamente del daño nervioso sin los efectos secundarios de los tratamientos analgésicos actuales en donde se desarrolla tolerancia y en algunos casos adicción.
En la última década, otros científicos han intentado tomar ventaja de estas vías mediante una serie de interacciones entre los componentes que conducen al dolor a nivel molecular. Pero no se ha conseguido encontrar una vía que no tenga demasiados efectos secundarios, hasta ahora.
Pero este descubrimiento proporciona un enfoque prometedor en cuanto al tratamiento efectivo para aliviar el dolor crónico.