Una gran mayoría de la población chilena se alimenta de forma incorrecta

La Unviversidad de Chile y el Ministerio de Salud publicaron este lunes los resultados de la primera encuesta nacional de consumo alimentario. Los resultados son alarmantes por varios motivos. En primer lugar por los malos hábitos alimenticios adquiridos por la población, y en segundo lugar por la diferencia en la calidad de la dieta, según el sector socioeconómco al que se pertenezca.

Sólo un 5,3% de la población se alimenta de manera saludable, frente a un 86,9% que requiere cambios en su dieta y un 7,8% que se alimenta definitivamente de forma incorrecta. Estos datos recogidos en la encuesta se traducen a que casi el 95% de la población chilena debe cambiar sus hábitos alimenticios para llevar a cabo una alimentación sana y equilibrada.

La encuesta reveló también que la mala alimentación está presente en todos los rangos de edad de la población, desde los niños de 6 años hasta los adultos de 65 tienen desórdenes alimenticios que deben modificar para cumplir un dieta más equilibrada. Los hombres, según los resultados del estudio, se alimentan generalmente peor que las mujeres.

El mayor problema que revela los resultados de la encuesta es que los factores socioeconómicos y culturales influyen en los hábitos alimenticios. Los grupos socioeconómicos más bajos llevan a cabo un mayor consumo de alimentos con alto contenido de nutrientes críticos y energía, y un menor consumo de alimentos con nurientes protectores, lo que se traduce en mayor sobrepeso y obesidad. Los sectores de la población con un nivel de ingresos mayor, tienen acceso a más alimentos, como pescados y frutas, consiguiendo con ello una alimentación más saludable. El estudio ha revelado la desigualdad alimenticia por estratos económicos, lo que supone una batalla perdida para el país. Los productos básicos como la leche, las legumbres, la fruta o el pescado deberían estar al alcance de toda la poblacion, independientemente de su nivel adquisitivo.

El pan es el producto estrella de todas las dietas, pero está mucho más presente en las dietas de la población más humilde y rural, seguido de las legumbres, las papas y algunas verduras. La fruta y los lácteos, en cambio, escasean con frecuencia en los sectores de menor nivel adqusitivo.

El subsecretario de Salud Pública, Jaime Burrows ha declarado que la encuesta demuestra que «ese 95 por ciento está en riesgo de contraer enfermedades crónicas importantes y está relacionado con alta mortalidad y alta morbilidad: estamos hablando de obesidad, de la hipertensión arterial y de las enfermedades cardiovasculares».

«Ya sabíamos que teníamos un grave problema de desnutrición por sobrepeso y obesidad. Mirar la conducta alimentaria es una necesidad para definir políticas públicas. Valoro que tengamos este instrumento, que es difícil de obtener y que sólo lo tienen países desarrollados y unos pocos en vías de desarrollo» ha reconocido Jaime Burrows.