Se había perdido un pudú, algunos dijeron que andaba pastando, otros que estaba en extinción, los errores acompañaron a la organización del festival,- pifias no forzadas- pero que hicieron, por carencia de profesionalismo, que no todo anduviera como reloj. Y es que sin querer ser exigentes, bastó asistir a la ceremonia de clausura, donde se dejó ver una serie de errores como dijimos no forzados.
Falto un Pudú para uno de los ganadores; en el momento de la inauguración las pantallas se apagaron y el público debió ser trasladado de sala. Se notaba había gente poniendo el corazón en que todo resultase de maravilla, pero organizar un festival de magnitudes como el de Valdivia, requiere de un grupo humano que no puede despegar los ojos de lo que sucede en cada sala, en cada esquina .
Durante el festival se conversó mucho del arte, jóvenes cineastas chilenos mostraron que hay una generación completa que casi piensa en audiovisual, que ve en fotos y narran así situaciones documentales y de ficción, te hacen tomar la cabeza y decir qué historia tan genial, mientras otras te hacen sentir deseos de abandonar tu butaca…por respeto muchos aguardan… nunca se sabe si tras una mala actuación o un mal encuadre, puede haber un gran guión.
El Festival de Cine de Valdivia premió este año en la competencia de largometraje nacional a Mi Mejor Enemigo, dirigido por Alex Bowen, el que intervino oportuno para pedir que el canal de todos los chilenos compre más producciones nacionales. Se homenajeó a Sergio Bravo, quien en los años 30 fundara el Centro de Cine Experimental de la Universidad de Chile y más tarde hiciera el rescate fotográfico del Húsar de la Muerte, genio viejito, loco poeta del vicio de narrar historias en movimiento. Fue mejor actriz Viviana Herrera de Play y su elenco al igual que el de Bowen espera clasificar para ir por la lucha del Oscar.
El Cine chileno crece y el Festival de Valdivia es sin duda un gran aporte al incentivo nacional de grabar en fotogramas, ya son 13 años y no han bajado los brazos, la ciudad de Valdivia vivó en la pantalla grande por una semana, El Ciudadano llegaba las calles el día que se abría el telón, todo transcurrió tan rápido y hubiésemos deseado el ciclo y la continuidad de tantas visones maravillosas y evocadoras de cielos cercanos no hubiese terminado pero como todo principio la historia tiene un fin…El proyector se apagó , quien sabe se prenda y un próximo año una carrera de Cine despierte junto al 14 avo encuentro. Valdivia… fundido a negro y nos vemos hasta una próxima edición.