El presidente de Uruguay, José Mujica, favorecerá un tránsito «fluido» al futuro Gobierno del país, que será liderado por el izquierdita Tabaré Vásquez, y ayudará en lo que pueda «de buena voluntad» al dejar el poder, ya que reconoció no servir para ser un «jubilado tirado en un rincón acariciando recuerdos».
Tras depositar su voto en las elecciones presidenciales de ayer, Mujica aseguró que la transición entre el ejecutivo saliente y el entrante ha de ser fluida para que este último tenga que perder «el mínimo de tiempo» en «entender las cosas» para «poderlas atender», en una entrevista concedida a la Televisión Nacional de Uruguay en la chacra (granja) donde vive.
El veterano mandatario, que gobierna el país desde 2010, cederá el mando a su sucesor en marzo de 2015 y, según dijo, favorecerá el tránsito tanto si vence el Frente Amplio como si lo hace el Partido Nacional. «El país antes que nada», espetó.
Cuando llegue el momento, «cada ministerio entregará su carpeta al Gobierno donde se resume el estado de la situación, las cosas que quedan en el debe y aquellas que se iniciaron y merecen continuidad y revisión y que dependen de decisiones del futuro», señaló.