El contrato de Sony en los últimos ocho años con la Federación Internacional de Futbol Asociado (FIFA) es de 33 mil millones de yenes (278.843.391 dólares). “El actual contrato con Sony corre hasta el 31 de diciembre de 2014 y actualmente nos encontramos en conversaciones con la marca”, dijo un portavoz de la FIFA, pero la empresa japonesa no confirmó que el diálogo llegue a buen puerto. ¿Por qué? Por la preocupación sobre las denuncias de corrupción en el organismo. Y la diferencia con el resto del planeta es que el sponsor puede normalizar lo que otro no.
Son varios los patrocinadores que empezaron a ejercier presión sobre la FIFA para que responda a las acusaciones de soborno en la organización de la Copa del Mundo 2018 en Rusia y la de 2022 en Qatar. Emirates Airlines es otra empresa que anunció que va a poner fin a su patrocinio. McDonald´s, Adidas y Coca-Cola han expresado su preocupación luego de la declaración del juez Hans-Joachim Eckert en el informe del abogado Michael García sobre pagos ilegales en la elección de sedes.
McDonalds ha confirmado que va a realizar un “control de la situación”, mientras que Adidas confirmó que hablará directamente con la FIFA para discutir la situación actual con respecto a las acusaciones de corrupción. Desde Coca-Cola se afirmó estar “decepcionados” por la declaración contradictoria del juez alemán y del abogado norteamericano en el caso. “Cualquier cosa que sea contraria a la misión y los ideales de la Copa Mundial de la FIFA es una preocupación para nosotros. Nuestra expectativa es que esto se resuelva rápidamente de manera transparente y eficiente”, dijo un vocero de Coca-Cola.
Hans-Joachim Eckert, jefe de ética de la FIFA, afirmó en un comunicado que no había motivos para reabrir el proceso de licitación para los próximos torneos. Pero ese anuncio fue socavado inmediatamente cuando Michael García, el ex fiscal estadounidense que llevó adelante la investigación de la FIFA, minimizó las sospechas. Un número de funcionarios europeos han pedido a la FIFA publicar el informe completo de García, pero el órgano de gobierno dijo que no podía publicarlo por razones legales.
El comité de ética de la FIFA habría abierto un número de casos formales contra individuos no identificados y una denuncia penal en Suiza. Se sostiene que las acusaciones no son suficientes para poner en peligro las ofertas ganadoras. Si bien las empresas defienden su propio bien y no son ejemplos de transparencia, su poder económico es beneficial para el mundo, dado que pueden lograr lo que la política o la gente no han podido: presionar con armas para que el fútbol vuelva a ser solo un deporte, un ejemplo de valores y sana competitividad.
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