Es triunfo del movimiento social haber tensionado la discusión hacia este diagnóstico de cambio de la Constitución. Es el triunfo de organizaciones que como hormiguitas han trabajado arduamente por este horizonte, labrando voluntades y sellando compromisos políticos, enseñando e informando. No fue obra del bloque en el poder.
Ahora el desafío es mayor, porque también debe ser triunfo del movimiento social en su conjunto el que esa frase ambigua de la Presidenta se transforme en la Asamblea Constituyente con todas sus letras.
Lo hemos dicho y lo seguiremos diciendo: la nueva Constitución debe hacerse mediante el único proceso que asegura participación, democracia y legitimidad, que es la Asamblea Constituyente, porque apela a la esencia del voto, al espíritu de la participación, el ejercicio pleno de la vida cívica. Es complejo, nadie lo niega, pero aquí estaremos los medios de comunicación y las organizaciones sociales para ayudar en esta tarea primordial del pueblo de Chile.