Se viene fin de año y con ello nuevas sorpresas para los santiaguinos. El precio del transporte público –el quinto más caro de Latinoamérica según señaló un estudio realizado por un académico de la UDP este año y que además indicó que este precio representa el 12,1% del sueldo mínimo- podría subir 10 pesos a fines de este año. Esta alza sumada a la mala calidad de un servicio que no ha podido sustentarse sólo y ha necesitado de las inyecciones del Estado para no desencadenar un escenario aun peor, es además un alza que como usuarios no deberíamos enfrentar. Hacer eco de la manifestación que hicieron el sábado pasado los adultos mayores con su “marcha de los bastones” en demanda a una tarjeta que les confiera una tarifa especial dado las miserables pensiones con las que sobreviven, debiera ser un espejo para que los millones de santiaguinos que viven con lo justo nos negaramos a los diez pesos que se le suman cada cierto tiempo a un pasaje que no lo vale y que hoy fluctúa entre 620 y 700 pesos en horario punta combinado con el Metro.
A pesar de la baja en el petróleo en los últimos meses, los expertos evalúan nueva alza en la tarifa del Transantiago. A fines de diciembre determinaran si el pasaje sube, baja o se mantiene. A partir de las variaciones en los precios del dólar, diésel y el IPC y aun considerando la baja de 40 pesos del crudo, el pasaje del transantiago podría subir otros 10 pesitos.Uno de los expertos Juan Enrique Coymans señaló que: «No puedo aventurar nada, pero creo que alguna subida debiera haber porque hemos tenido una inflación bastante más grande que la que hemos tenido en los últimos años», según consignó Cooperativa. Además Coymans explicó que aunque baje el petróleo, hay otros ítems que han subido y frente a ello, la baja del crudo no es tan determinante, sobre esto Coymans agregó que «creo que la baja del petróleo va a empezar a influir pero no mucho tampoco. Si hay un 70 por ciento de cosas que pueden subir al lado, el que baje un 30 por ciento no significa nada. Si las cosas suben, a los operadores le suben los costos”.
Como si esto fuera poco, Víctor Barrueto -presidente ejecutivo de la asociación de operadores de Transantiago- indicó que los buses de la locomoción colectiva tienen sus días contados. Aseguró que «la solución tiene que ir más por el lado de mejorar un servicio de buses, la calidad del servicio de buses, y que la otra es una renovación anticipada de buses, porque lo que ha sucedido es que estos, a pesar de que no llegan todavía al millón de kilómetros, están completamente desgastados por las condiciones en las que han tenido que operar».