Sembrar nubes para conseguir más lluvia, ¿americanada o realidad?

El gobierno de Estados Unidos gastó más de 14 millones de dólares en un proyecto de siembra de nubes destinado a conseguir un mayor volumen de precipitaciones de forma artificial. Otros países como China o Rusia también están investigando al respecto.


Autor: Marta Ubeda

Sembrar las nubes

En el estado de Wyoming se llevó a cabo durante seis años un estudio que pretendía demostrar que la siembra de nubes con yoduro de plata aumentaba el volumen de las precipitaciones; pero tras mucho tiempo y catorce millones de dólares gastados,  los resultados no son todavía fiables.

El concepto de siembra de nubes se basa en poner partículas adicionales de yoduro de plata sobre las nubes para que actúen como núcleos y que el agua se condense a su alrededor para que caigan luego en forma de nieve a las montañas.

El meteorólogo del Centro Nacional de Investigación Atmosférica (NCAR) Roy Rasmussen está al cargo del equipo de evaluación de este experimento. Se han llevado a cabo anteriormente varios proyectos similares pero este se diferencia del resto en que se realizó durante seis inviernos seguidos y con un equipo independiente para evaluar los resultados.

Se seleccionaron dos cadenas de montañas próximas situadas en el sur de Wyoming con similares condiciones climatológicas. En cada rango los técnicos establecieron un radiómetro para buscar agua fría dentro de las nubes que se acercaban a las montañas, lo que indica que las nubes están listas para la siembra. Si las condiciones eran favorables, se activaban ocho generadores accionados por control remoto que pulverizaban el yoduro de plata en el lado de barlovento de una de las cadenas montañosas durante cuatro horas. Los científicos responsables de evaluar los resultados se encargaban luego de comparar la cantidad de nieve que había caído dentro y fuera del rango de siembra pevisto.

Tras seis largos años de pruebas en los que el equipo realizó 118 intentos de siembra de nubes, los análisis determinan que los resultados obtenidos no eran suficientes para defender que la siembra de nubes aumenta el volumen de precipitaciones. Aún así, Rasmussen defiende que «la acumulación de la evidencia sugiere que la siembre de nubes funciona, lo que tendrá un gran impacto en nuestro campo«.

Según el equipo de científicos, algunas pruebas salieron mal debido a que no se accionaron todos los generadores, o porque el viento podría haber dirigido la nieve fuera del rango analizado. Eliminadas del estudio estas pruebas erróneas, los resultados obteindos son un 15,5% más de precipitaciones dentro del rango de siembra de nubes.

A pesar de que los científicos seguían defendiendo la valía del estudio, los costes de la operación y la falta de resultados prometedores han hecho que los generadores de yoduro de plata sean desmontados.

Los ecologistas están preocupados sobre el uso de este método de siembra en el futuro, ya que las partículas de yoduro de plata se acularían en el suelo y la vegetación pudiendo afectar a las especies más sensibles y a la biodiversidad de la zona.


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