Cuanto menos conocimiento, más confianza
En uno de los 5 estudios realizados en esta investigación, los participantes que se sentían más afectados por la recesión económica evitaron la información sobre la capacidad de su Gobierno para conducir la economía. Sin embargo, las mismas personas no evadieron la información cuando se trataba de noticias positivas.
En este caso, la muestra incluyó a 197 norteamericanos, con una edad promedio de 35 años (111 mujeres y 89 hombres), que habían recibido anteriormente información compleja sobre la economía y habían respondido a una pregunta acerca de cómo les afectaba esta situación de manera directa.
Los participantes que recibieron la descripción más completa y profunda sobre el tema, indicaron altos niveles de sentimientos de desamparo por la crisis económica, una mayor dependencia, y confianza en el Gobierno a la hora de manejar la economía, así como un deseo muy bajo de saber más sobre la materia.
«Y esto sucede a pesar de que deberíamos tener menos confianza en alguien para gestionar con eficacia algo que es más complejo«, ha explicado el coautor de la investigación, Aaron C. Kay, doctorado de la Universidad de Duke. «En cambio, las personas tienden a responder a este tipo de situaciones ‘externalizando’ el problema y dejándolo en manos del Gobierno, lo que a su vez hace que se deposite más confianza y se sea más dependiente. En última instancia, se evita aprender más sobre la situación, para así poder seguir confiando ciegamente en la labor Gobierno«, comenta Kay.
En un tercer estudio, 163 estadounidenses con una edad promedio de 32 años (70 hombres y 93 mujeres) dieron su opinión sobre la complejidad de la gestión de los recursos naturales y luego se les comentó que las reservas de petróleo de Estados Unidos tienen una duración de menos de 40 años. Luego, se les pidió que respondieran a diversas preguntas para evaluar su resistencia a aprender más sobre el tema.
En este caso, las personas que reconocieron previamente no saber nada sobre este tema, no sólo evitaron la información negativa al respecto, sino que incluso llegaron a mostrarse más reticentes a saberlo cuando el asunto era de actualidad, como en el caso de una inminente escasez de petróleo en los Estados Unidos.
Acercar los problemas al ámbito personal
Otros 2 estudios dejaron en evidencia que los participantes que recibieron información detallada sobre las fuentes de energía, depositaron mayor confianza en el Gobierno que aquellos que recibieron información de una forma superficial. En estos casos, los investigadores preguntaron a 93 personas (49 hombres y 44 mujeres) de Canadá, concretamente a estudiantes de grado en dos grupos separados.
A partir de estos resultados, los investigadores señalan que «más allá de restar importancia a los aspectos catastróficos, los educadores deberían aprender a explicar los temas sociales problemáticos de manera que los hagan fácilmente digeribles y comprensibles, con un claro énfasis en lo local y la causas que estos problemas pueden tener a nivel individual«.
Por otro lado, recomiendan realizar una mayor cantidad de investigaciones para poder determinar cómo reaccionaría la gente a la hora de enfrentarse a otros asuntos de importancia como la seguridad alimentaria, la salud, la desigualdad social, la pobreza o los conflictos éticos, y bajo qué condiciones las personas tienden a responder con más o menos participación y con un real interés. Los investigadores hicieron públicos los resultados del estudio en Journal of Personality and Social Psychology.