Un tribunal de EE.UU. ha tardado 70 años en absolver a George Stinney, la persona más joven en ser ejecutada en la historia de EE.UU, informa ‘The Huffington Post’. El adolescente tenía 14 años y era tan pequeño que las autoridades tuvieron que colocar un libro grueso sobre la silla eléctrica para acomodarlo.
En 1944 Stinney fue declarado culpable del asesinato de dos niñas blancas. A pesar de que la hermana de Stinney insistía en que estaba con ella en otro lugar en el momento del asesinato, el jurado compuesto por doce personas blancas no le hizo caso y diez minutos después emitió el veredicto. Menos de tres meses después del supuesto crimen, el menor fue ejecutado. Es un ejemplo vivo de los llamados ‘juicios exprés’, muy extendidos en EE.UU. en aquella época.
Los activistas en defensa de los derechos humanos solicitaron un nuevo juicio para el caso de Stinney en 2013, argumentando que fueron violados todos los derechos del acusado ya que en el proceso no participaron ni abogados ni testigos. Este miércoles la jueza Carmen Mullen de Carolina del Sur reconocía al fin la inocencia del niño. Los parientes de las niñas asesinadas no están de acuerdo con la decisión y lamentan que ahora no haya responsable de aquellas muertes.