El miércoles los fiscales acusaron a Megumi Igarashi por distribución de datos “obscenos”, según su abogado, reporta el periódico Japan Times. Las acusaciones han provocado un debate en Japón, donde muchos reclaman que las autoridades son conservadoras.
“Mi trabajo es contra el trato discriminatorio e ignorancia de la vagina. Sólo pensé que era divertido decorar mi vagina y convertirla en un diorama, pero me quedé muy sorprendida al ver cómo la gente se molesta cuando ven mis obras o incluso cuando me oyen decir la palabra Manko,” señaló la artista en su sitio de web según la página 3D print. Manko es un modismo japonés que se refiere a la vagina.
La artista ha expresado que los genitales femeninos deben ser considerados como cualquier parte del cuerpo, igual que los “brazos o piernas”. En Japón está permitido la celebración de un festival que muestra sólo los genitales masculinos.
Según el diario japonés, la policía de Tokio la detuvo en diciembre junto a la dueña del sex shop, Minori Watanabe, quien vendía las obras en su tienda, las cuales están dirigidas a mujeres. Watanabe también es una escritora y activista feminista, luego fue liberada de los cargos.
“Normalmente cuando digo la palabra ‘vagina’ los hombres se enojan conmigo,” expresó Igarashi en una entrevista con VPRO Metropolis.
Según el canal BBC, Igarashi podría ser encarcelada por hasta dos años y/o pagar una multa de 2,5 millones de yenes (20,750 dólares).
En julio, Igarashi fue detenida por vender archivos de sus genitales para impresoras 3D, pero fue liberada de los cargos tras una apelación legal y la presión pública. Entre otras obras, ella vendía un archivo de un kayak con el diseño de su vagina para recaudar fondos para el mismo kayak, pero a una escala navegable.
Los actuales cargos se refieren a la distribución de unos CD los cuales contienen un código para impresoras 3D que permite a los usuarios realizar copias de una miniatura del kayak.
En Japón está prohibido mostrar reproducciones de genitales, debido a esto, se censuran estos en las peliculas pornograficas.
“Nunca muestran las vaginas en los medios de comunicación, entonces no sabía como se ve una vagina normal,” cuenta la artista. “Me pregunté si la mía era rara, por esto me hice un molde.”
Sandra Segall
El Ciudadano