1. Los test de CI son relevantes para las ciencias y las matemáticas
Que una persona tenga el CI alto no significa que posea amplios conocimientos en otras áreas importantes, como la historia o las letras en general. El portal Ojo curioso pone como ejemplo al genio Einstein, que, a pesar de tener un CI alto, no pudo ingresar en una prestigiosa escuela porque obtuvo notas excelentes en las pruebas de matemáticas y ciencias pero falló en otras materias de igual importancia.
2. El CI no tiene en cuenta la creatividad
La creatividad tiene la misma importancia que las habilidades matemáticas o las capacidades para memorizar datos, opina el portal. No obstante, las pruebas de CI no pueden medir el nivel de creatividad de una persona. Muchos famosos artistas no podían presumir de ser buenos matemáticos, lo que no impidió que dejaran una profunda huella en la historia de la humanidad con sus obras.
3. Las personas con CI alto pueden terminar aislados y arrogantes
A los individuos que logran obtener buenos resultados en las pruebas de CI se les abren las puertas de los exclusivos clubes para personas ‘intelectualmente superiores’. Se rodean de personas con el mismo nivel de CI pero a menudo, en lugar de aprovecharlo como un estímulo, solo comparan sus conocimientos para determinar quién es más inteligente.
4. Subjetividad de las preguntas
Un mal resultado en un test de CI no refleja el nivel real de la inteligencia de una persona, ya que muchas preguntas son subjetivas. Por ejemplo, determinar el color de una manzana no tiene una respuesta correcta. Además, es posible entrenarse para responder las preguntas de manera que, cuantas más veces se pasa el test, mejor resultado se obtiene.
5. Antes servían para medir la edad mental de los niños
Los test verbales de CI fueron ideados para diagnosticar los posibles retrasos mentales en los niños. Los resultados se comparaban con su edad biológica. Así, si un niño de 10 años obtenía 50 puntos en la prueba de CI se concluía que sus capacidades intelectuales eran equivalentes a las de un niño de 5 años.
Sin embargo, a los 15 años en la mayoría de las personas la edad mental y la biológica se equilibran, con lo que las pruebas de CI dejan de tener relevancia.