Están cumpliendo 25 años de vida y retomaron justo ahora su actividad, tras seis años sin haber tocado luego de la muerte de su integrante fundador, el pianista Jaime Vivanco. Su nuevo integrante, Felipe Muñoz, tiene 25 años, es decir estaba naciendo cuando sus integrantes originales -Vásquez, Campos, Crisósto, Jecquier, Valenzuela y el mencionado Vivanco- ensayaban y tocaban por primera vez. “Buelven”, así como “b”, porque nunca han sido complacientes con el sistema imperante, llámese dictadura o “seudo” democracia. Y dicen que la “farsa continúa”, en un juego de ideas que siempre los ha acompañado, algo que no es “bueno ni malo, sino muy por el contrario”. Es el Fulano de siempre, marcado por el paso de los años, por la incorporación de un músico nuevo, por la confirmación de Raúl Aliaga como un Fulano más tras su incorporación hacia ya varios años, pensando el hoy desde una resistencia cultural y mirando el futuro de la banda, sin transar en su formas de entender el trabajo musical y revistiéndose de un gran profesionalismo.
Eso en principio, como una forma de resumir en pocas líneas lo que Fulano está viviendo, pero hay mucho más. Como primera cosa, el retomar el funcionamiento del grupo fue algo que sus integrantes habían desechado de manera reiterada, desde los primeros instantes tras la muerte de Vivanco hasta hace unos meses atrás. Y que paulatinamente entre noviembre y diciembre del 2008 se fue plasmando, y que los tiene ahora ensayando desde hace varios meses. Algo, que según revelan todos ha sido muy importante, muy bueno, y que Arlette Jecquier ratifica y profundiza al decir que “Fulano es tan importante para cada uno de nosotros, ya que nos hicimos músicos desde adentro de la banda”. O como revela Aliaga, al decir que siempre que veía a Arlette y Cristián Crisósto tocando en Media Banda, “sentía la necesidad de volver a tocar con ellos, pero no sumándose a ese grupo, sino en Fulano”. Lo mismo le pasó a Crisósto en relación a Jorge Campos, cuando por casualidad este último se sumó a una improvisación donde ambos estaban. El saxofonista pensó: “necesito y quiero volver a tocar con este loco”.
Así se fue dando el reunirse para tocar, así se fue recomponiendo este Fulano, que integra al saxofonista Jaime Vásquez, que junto a Campos y Aliaga, conforman Globalevasion. Y faltaba quien podría tomar la interpretación de los teclados, donde surge la figura de Felipe Muñoz, quien es contactado por Crisósto para sumarse a la banda. Algo que lo dejó sorprendido, ya que fue inesperado, “sobretodo por lo que significa tocar con Fulano. Yo sabía lo que representaba el grupo dentro de la música chilena, pero no lo que significaba enfrentarme a ser parte del grupo”, explica Muñoz. El tiempo ha pasado, los ensayos se han sucedido y ahora lo siente distinto, asumiendo la complejidad de aprenderse en tan corto tiempo tal cantidad de temas. Y para los integrantes de la banda ha sido muy interesante trabajar con Muñoz, ya que aseguran le da otros elementos a las interpretaciones.
Temas que no han sido fáciles de volver a tocar por toda la carga que tienen en lo afectivo o por lo que representan en el contexto actual. Sobre lo primero, el mejor ejemplo es “Suite Recoleta”, un tema de Vivanco, que al volver a tocarlo por primera vez, los dejó pensativos y muy emocionados. Era inevitable, dicen. Lo otro tiene que ver, con que van a volver a tocar muchos temas que responden a otros momentos, pero agregan que “tienen ideas, mensajes que nos permiten ver la historia de hoy día, desde lo que pasó hace 25 años”. Sin, por supuesto, expresar lo que siente ahora, en un contexto que no los hace sentirse muy cómodos, donde reconocen que quieren seguir adelante con un trabajo que no solo busca la excelencia o lo sublime, sino donde crezcan como músicos entregando su mirada sobre lo que ocurre, sobre las deficiencias y trampas del sistema, donde sienten que han cambiado ciertos rostros, pero “la farsa continúa”.
Pero eso lo quieren hacer desde una trabajo serio, donde se respete su labor, donde no están dispuestos, como nunca lo han estado, a transar en sus concepciones, pero además en buenas condiciones, tocando por lo que corresponde tocar, entregando un par de recitales de muy buen nivel, para los que han seleccionado temas de todos sus trabajos. Encuentro a donde esperan que puedan no sólo aquellos que ya los vieron en los campus universitarios de los ochenta, o en sus presentaciones emblemáticas de los noventas, sino que nuevas generaciones que sólo han escuchado hablar de Fulano, que solo ha oído a sus padres o amigos mayores, decir que alguna vez hubo un grupo que gatilló un cambio en la historia musical de Chile, a medidos de los ochenta. Un grupo que le torció la mano a una historia que iba para otro lado, que había construido en paralelo otro universo, donde la ironía, la sagacidad, la locura y la permanente capacidad de sus integrantes plasmó un cuatro discos de estudio, más uno en vivo, y cientos de recitales, una lectura preclara de la sociedad chilena, disectada en sus principales elementos y que plasmaron no sólo desde lecturas marcadas por un ojo crítico y burlón, sino por una potencia y estética musical que escapaba “a cualquier orden establecido”.
Fecha:
Fulano 20 años En el bunker
5 de diciembre, 21 horas
Teatro Nescafé de las Artes
Onda Corta
El Ciudadano