En promedio, una mujer está con la regla durante casi seis años de su vida (unos 2,000 días) y si usa toallitas higiénicas o tampones, necesitará aproximadamente unas 10,000 unidades de estos productos. Para darles un ejemplo, el precio unitario de los tampones es alrededor de 230 pesos chilenos (depende de la marca, cantidad de caja, tamaño, supermercado etc), durante toda la vida una mujer que usa este producto gastaría unos 2,300,000 pesos. Es, por lo tanto un mal negocio para las mujeres. Las toallas higiénicas pueden ser un poco más económicas, pero al final, ninguna de las dos alternativas son reutilizables, lo cual significa que siempre hay que consumir más.
La protección sanitaria convencional puede contener perfumes y plásticos, además de que a menudo los productos han sido blanqueados con cloro, lo que significa que las dioxinas peligrosas se liberan en la naturaleza. Estos tipos de protección sanitaria también puede influir en el riesgo de sufrir picor vaginal, ardor e infección candida. Si uno lo piensa, no parece una muy buena idea poner algodón preparado con químicos dentro del cuerpo.
Muchas mujeres tienen problemas con infecciones de cándida, algo que se puede tratar temporalmente, pero que en muchos casos vuelve a ser un problema. Las infecciones pueden causar picor, dolor y ser devastadoras para la vida sexual. Aunque normalmente no es un consejo ofrecido por los médicos, muchas mujeres experimentan una gran mejora cuando cambian de protección sanitaria y pasan a usar a una alternativa más saludable y sustentable.
Acá tiene una lista de la protección sanitaria menstrual que trata mejor a su salud, su economía y el medioambiente.
La copita menstrual
La copita menstrual solo hay que vaciarla dos veces al día y limpiarla con agua. Es una copita redonda que se dobla antes de insertarla. No hay que sacarla antes de ir al baño, y se puede dejarla dentro hasta 12 horas. Entre períodos de menstruación se limpia la copita en agua hirviendo. Una copa menstrual puede ser una muy buena opción para las mujeres que tienen infecciones de candida recurrentes, porque las membranas mucosas naturales de la vagina no se secan como con el uso de los tampones. Se puede utilizar la copita por varios años, lo que será significativamente más barato que comprar tampones o toallas higiénicas cada mes.
Toallas higiénicas de tela
Un método antiguo que está reviviendo. En el mercado están apareciendo nuevas toallas de género de diseños más discretos, como por ejemplo toallas de color negro. Muchas niñas y mujeres que han tenido problemas con picores e infecciones de candida en el área genital han experimentaron una gran mejora al cambiar a toallas de tela. Hay que lavarlas en agua muy caliente, o hervirlas igual que la copita menstrual.
El tampón esponja
Existen desechables y reutilizables. El producto menstrual reutilizable absorbe la sangre, y luego hay que sacar la esponja y limpiarla con agua abundante cada 3 a 4 horas durante el día. La esponja se puede usar incluso toda la noche si el tamaño es apropiada al flujo. Las esponjas desechables se cambian mínimo, cada ocho horas, son igual de saludables, y además hay algunas que vienen preparadas con probióticos. Sin embargo, al no ser reutilizables afectan a la naturaleza y al bolsillo. Las dos esponjas se pueden usar durante sexo.
Softcup
Desechable y reutilizable (solo un periodo de menstruación). Una copita que se parece a la copita menstrual, pero se usa una nueva copita al mes. Hay que vaciarla cada 12 horas. La diferencia entre la softcup y la copita menstrual es que la softcup se pone alrededor del cérvix para recoger el flujo, la copita menstrual debe ubicarse más abajo. Se puede tener sexo vaginal con la softcup puesta, cabe destacar que la protección sanitaria no es un anticonceptivo.
Sandra Segall
El Ciudadano